El buen salvaje

Errejón, disfraz de Halloween

Errejón es tan psicópata como algunas de las leyes que auspició

Errejón es el nuevo payaso asesino. Los que lleven mañana la careta del ex diputado provocarán tantas carcajadas como mal rollo. Encontrarte por Lavapiés a Errejón la noche de Halloween es para salir corriendo hasta Chamartín. Lo siento por las víctimas, presuntas o no, pero los villanos, y más aún los supervillanos, traspasan ese lugar del cerebro que los reconoce como delincuentes y pasan al salón pop donde es posible idolatrar a Charles Mason no ya por lo que hizo sino porque está de moda. No es tampoco este papel, el de disfraz de terror, absolutamente neoliberal y tan capitalista que ha matado a nuestros muertos, el que quisiera Errejón para sí, pero ya solo le queda ser el malo de verdad o serlo para gastar bromas. Al cabo, fue una careta.

Ser un icono pop conlleva sus responsabilidades. Mason no nos ha defraudado y continúa en la cima. Daniel Sancho va perdiendo puntos porque ya no muestra su torso de Adonis sin decapitar, aunque en los días del juicio algunas mujeres le escribían para darle ánimos. Errejón, salvando las distancias, porque no parece que tenga ningún cadáver en el armario, y por ahora todo es supuesto, despierta asco por un lado e hibristofilia por otro, el síndrome de sentirse atraído por una mala persona, malote, sinvergüenza o monstruo. Su cara de no romper un plato acrecienta si cabe esa pulsión. Es lo que también se comenta. En esa locura hay quien cree que es capaz de «curarlo», si bien no seré yo el que diga que el señorito Errejón está enfermo sin mandar a urgencias a la vez al sistema que lo juzga gracias a tipos como él. Errejón es tan psicópata como algunas de las leyes que auspició. Los que mañana, a la espera de la madrugada, deberían vestirse del «payaso» Errejón son aquellos, sobre todo aquellas, que apoyaron al hombre. Todas esas caras de lloronas unidas en un «Todas somos Errejón», que es lo que fueron. Yolanda Díaz, Mónica García con careta por las calles como en la Revolución Cultural.