Sin Perdón

La estrategia del fango del sanchismo

Estos días he escuchado auténticas barbaridades contra un juez que actúa avalado por la resolución de la Audiencia de Madrid

La reacción de la izquierda política y mediática con la investigación sobre Begoña Gómez es un auténtico esperpento. No la ayuda, sino que la perjudica. El colofón ha sido su citación como imputada para que comparezca ante el juez. Esta siendo investigada por un presunto delito de tráfico de influencias y corrupción en el sector privado. En este proceso me sorprenden los errores que se han cometido hasta llegar a un escenario en el que la prensa internacional lleva semanas haciéndose eco del escándalo. Hay que respetar su presunción de inocencia, aunque es cierto que el PSOE y sus medios afines nunca lo han hecho. No hay más que recordar las campañas brutales que llevaron a término contra dirigentes populares que luego salieron exonerados. Otro aspecto interesante es el victimismo que utiliza Sánchez dentro de su estrategia de frentismo para conseguir un buen resultado electoral y que tiene como eje fundamental la internacional ultraderechista que se ha inventado.

Es curioso que hable de radicalismo quien puede gobernar porque ha comprado los votos del grupo de derechas que lidera Puigdemont. Lo ha hecho otorgando una amnistía inconstitucional que se basa en un fin ilegítimo. No existe ninguna conspiración. Los medios que damos información, como sucede con los tabloides internacionales, no pertenecemos a la ultraderecha, sino que nos limitamos a cumplir un servicio público que es fundamental en cualquier democracia. Sánchez se ha aficionado a las cartas a la ciudadanía y escribió otra este martes. Creo que le aconsejan mal en el fondo y en la forma. La opacidad con que se ha actuado desde el primer momento perjudica a su mujer. Me recuerda otros casos, tanto del PP como del PSOE, que se actúo igual. No comparecieron para responder a las preguntas de los medios de comunicación, apelaron a conspiraciones, campañas y mentiras y descalificaron a los jueces. Estos días he escuchado auténticas barbaridades contra un juez que actúa avalado por la resolución de la Audiencia de Madrid. Sánchez lo atacó este martes con su carta al referirse a imaginarios intereses extrajudiciales en una decisión estrictamente judicial. Por supuesto, aprovechó para acusar de malas artes a Feijóo y Abascal que son ajenos a los problemas de Begoña Gómez. Lo mismo sucede con los ataques a los medios de comunicación. Esto sí es fango.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).