La situación

PP o Federación de Partidos Populares

«El PP solía presumir de ‘‘decir lo mismo en todos los rincones de España’’. ¿Está cambiando eso con Feijóo?»

En política la terminología describe bien la voluntad de los partidos y de sus dirigentes. Un ejemplo: en España es costumbre que la izquierda utilice para sus líderes el cargo de «secretario general», mientras que en el centro y en la derecha la tradición es que el líder sea el «presidente». El máximo órgano de dirección del PSOE es el comité «federal», mientras que en el PP es la junta directiva «nacional». Y es evidente que «federal» y «nacional» no significan lo mismo. Un partido federal parece indicar que las decisiones, aunque tengan un cierto control centralizado, se adoptan en buena medida en cada una de las federaciones. Por el contrario, un partido que presume de lo nacional pretende dar a entender que lo general se impone sobre lo particular.

La experiencia del pacto de gobierno PP-Vox en la Comunidad Valenciana aparenta haber sido un episodio poco controlado por el despacho central de los populares en la madrileña calle de Génova, salvo que desde la dirección nacional del partido estén jugando al despiste. La idea que se extiende es que Carlos Mazón, el líder valenciano del PP, se precipitó por su cuenta a firmar una coalición con Vox, y Feijóo lo ha consentido para no provocar un problema interno en medio de la campaña para las elecciones del 23 de julio. Pero el «modelo Mazón» es incompatible con el «modelo María Guardiola» en Extremadura, que se niega a incluir a Vox en un gobierno del PP. ¿Cuál de los dos es el modelo de Génova 13?

Estamos ante algo que se viene sospechando desde que Feijóo lidera el PP: que su pasado como presidente autonómico (celoso de que nadie en Madrid le dijera lo que tenía que hacer) le condiciona ahora para relacionarse con los barones territoriales, porque él lo ha sido. El PP puede estar cerca de convertirse en una federación de partidos populares autonómicos, cuyos líderes territoriales actúan sin coordinarse con Génova y, en ocasiones, toman decisiones contradictorias.

El PP solía presumir de «decir lo mismo en todos los rincones de España». ¿Está cambiando eso con Feijóo?