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El gobernador, la salud de los bancos y el gato de Schrödinger

El gobernador explicó que la banca europea y española es resistente, tiene liquidez suficiente y está vigilada por las autoridades

Erwing Schrödinger (1887-1961), físico austríaco nacionalizado irlandés, premio Nobel de Física (1933), propuso un experimento mental para ilustrar algunas paradojas de la mecánica cuántica. Planteaba dejar a un hipotético gato dentro de una caja de acero sellada, junto a un matraz con veneno y un dispositivo con una partícula radioactiva. Si el dispositivo detecta radiación, libera un veneno que mata al gato. Según la llamada interpretación de Copenhague, después de un tiempo, el gato estaría al mismo tiempo vivo y muerto hasta que abriera la caja y se comprobara su estado. El experimento pasó a la historia como el gato de Schrödinger y ahora, los más alarmista apuntan que algo similar ocurriría con los bancos, porque no se puede saber si los incidentes del Silicon Valley Bank (SVB) y del Credit Suisse (CS), con el amago de susto del Deutsche Bank, fueron una serie de problemas idiosincráticos controlables, el principio de una crisis o ambas cosas a la vez.

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España y miembro del Consejo del Banco Central Europeo (BCE), que también habla en nombre de la institución, lo tiene claro. Lo primero es un mensaje de tranquilidad. El dinero de la gente está seguro. Segundo, SVB y CS, tenían elementos idiosincráticos que no se dan en los bancos españoles europeos. El primero acumulaba depósitos de mayoristas y muchos activos en renta fija sin haber ajustado su precio. El segundo, tras grandes inversiones fallidas, había perdido su fiabilidad.

El gobernador explicó ayer que la banca europea y española es resistente, tiene liquidez suficiente y está vigilada por las autoridades. En el caso de la banca española, el negocio está concentrado en el segmento minorista, muy estable. Además, los bancos europeos y españoles tendrían bien contabilizados sus activos en renta fija, porque han actualizado sus precios o porque mantendrán esa deuda hasta que venza, lo que evitaría aflorar pérdidas. Por último, en una hipotética crisis, los accionistas serían los primeros en soportar las pérdidas, no los bonistas. Hernández de Cos insiste en la solvencia de la banca española, aunque admite algo mas de riesgo en la calidad crediticia, reclama un Fondo de Garantía europeo y mutualizado y plantea que el BCE adaptará su política monetaria con los datos de la inflación y de la estabilidad financiera. Para unos significa que no subirán más los tipos de interés; para otros, que no se descarta. Hasta que salga cara o cruz sería la versión bancario-monetaria del gato de Schrödinger.