Sin Perdón

La grosería china con Sánchez

«Confío en que el presidente tome una decisión contundente y tire a la papelera las fotografías de su viaje a China»

Estoy desolado. Xi Jinping no ha sucumbido a los encantos de Sánchez. Es sorprendente teniendo en cuenta el esfuerzo propagandístico de La Moncloa y sus aliados mediáticos. No es casual que llenaran el avión presidencial de periodistas, como si fuera el camarote de los hermanos Marx, para que inmortalizaran el acontecimiento. El viaje a China se había vendido como una muestra de la extraordinaria influencia del presidente del Gobierno en la UE. Xi Jinping quería verle. Uno de los ejes de la campaña de reelección pasa, precisamente, por la proyección internacional del gran timonel frente a Feijóo, que es un político de provincias inexperto en estas lides, lo cual es una enorme chorrada. El castillo de naipes se ha desmoronado tras la visita de Macron y Von der Leyen. Lo peor no ha sido que esta última no le acompañara, ahora que son mejores amigos, sino la indiscreción del primer ministro chino que es, por el momento, la persona de mayor confianza de Xi. Li Qiang ha tenido la osadía de decir que Macron es el «primer líder importante occidental que visita China tras la reelección de Xi».

No entiendo qué ha motivado este menosprecio para el líder del socialismo mundial y futuro presidente de turno de la UE. Es posible que sean los celos y Li Qiang ha tenido una pataleta dando excesiva relevancia al francés que es otro más de los líderes europeos y preside, además, un país con graves problemas políticos, económicos y sociales. Confío en que Sánchez tome una decisión contundente y tire a la papelera las fotografías de su viaje a China. Antes de emprender su viaje a Oriente, con el fin de conocer la cultura china había leído, supongo, «Viaje al Oeste», atribuido a Wu Cheng’en, completado con las obras «Cisnes salvajes» y «Las hermanas Soong» de Jung Chang. Hace años descubrí que era fundamental zambullirse en los libros y no limitarse a los fríos informes ministeriales. Cuando Anson cubrió la Guerra de Vietnam, le preguntó en una rueda de prensa al general Westmorerland, comandante en jefe de las operaciones militares estadounidenses, si había leído el «Truyên Kiê `u», el poema más importante de la literatura vietnamita. A los europeos nos iría mejor si conociéramos la rica cultura de las naciones que hemos colonizado.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).