Diplomacia
La UE y Francia piden a China más implicación para la paz en Ucrania
El presidente de Francia y su homólogo chino se reúnen en Pekín con Ucrania como prioridad
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente chino, Xi Jinping, hicieron este jueves un llamamiento a reanudar cuanto antes las conversaciones de paz para poner fin al conflicto en Ucrania, rechazando también cualquier uso de armas nucleares. Macron se encuentra actualmente en Pekín haciendo de "poli bueno", mientras intenta que este país presione a Rusia para que ponga fin a la devastadora guerra, ya que, a cambio, "podría" mejorar sus relaciones comerciales con Europa.
El mandatario francés llegó a China el miércoles para una visita de Estado de tres días, con la esperanza de presionar a este país para que utilizara su influencia con Rusia para terminar con la guerra, y de conseguir que Pekín se pronunciara en contra de la amenaza del Kremlin de albergar misiles nucleares en Bielorrusia. Macron considera que Pekín puede desempeñar un "papel importante" en la búsqueda de una vía de paz en el conflicto y ha celebrado la "voluntad de China de comprometerse con una resolución".
"Hablar de paz y estabilidad significa hablar de la guerra emprendida por Rusia contra Ucrania. Es una guerra que nos implica a todos, porque un miembro del Consejo de Seguridad ha decidido violar la carta de la ONU. No podemos aceptarlo", dijo Macron. También denunció que la amenaza rusa de emplazar armas nucleares en Bielorrusia "incumple" los acuerdos nucleares internacionales.
Los dirigentes mantuvieron durante hora y media conversaciones bilaterales, que un funcionario del Elíseo calificó de "francas y constructivas", antes de firmar varios acuerdos -entre ellos la venta de aviones Airbus- y de cooperación cultural. Ambos estrecharon con firmeza sus manos ante el Gran Salón del Pueblo, el corazón del poder en la capital china, donde Macron le dejó claro que la agresión rusa es un golpe a la estabilidad: "Sé que puedo contar con usted para devolver la razón a Rusia y a todos a la mesa de negociaciones”.
Durante la reunión franco-china, Xi afirmó que ambos "como grandes potencias mundiales" tienen la capacidad y la responsabilidad de superar sus diferencias y salvaguardar la paz mundial. China defiende su apoyo a las "conversaciones de paz y la resolución política de la crisis ucraniana",
Por su parte, el líder chino hizo un "llamamiento a la moderación y a cumplir el compromiso solemne de no utilizar armas nucleares y de no declarar la guerra atómica", así como un "no a las armas biológicas y químicas bajo ninguna circunstancia" o a los "ataques armados contra centrales nucleares y otras instalaciones nucleares civiles". Xi habló de la necesidad de que las partes enfrentadas "protejan a las víctimas, incluidos mujeres y niños", después de que la Corte Penal Internacional dictara una orden de detención contra Putin por su papel en el traslado ilegal de niños ucranianos a Rusia. Sin embargo, este no mencionó a Rusia en sus declaraciones.
Acompañado en su visita por la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Macron ha destacado que desea "ser una voz que una a Europa" en torno a Ucrania, y que llegar a China con ella le sirve para "subrayar la coherencia de este enfoque". Se trata de una visita que podría marcar el rumbo de las futuras relaciones del bloque con China tras años de tensiones.
Tras su llegada, Macron afirmó que Europa debe resistirse a reducir los lazos comerciales y diplomáticos con Pekín, que está enfrentado a Occidente por cuestiones como Taiwán, las tecnologías sensibles y los estrechos vínculos de China con Rusia. Sin embargo, no está claro qué influencia puede ejercer, dado que el telón de fondo de su viaje no es fácil. Europa sufre las consecuencias de la ruptura de los lazos comerciales con Rusia y las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos, las dos mayores economías del mundo, están escalando.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen, en su primera visita a China desde que asumió el cargo en 2019, ha asegurado que Europa debe " reducir el riesgo" de sus relaciones con Pekín, ya que este último ha pasado de una era de reforma y apertura a otra de seguridad y control. Durante la mañana del jueves fue recibida por Li Qiang, y esta subrayó que "las relaciones UE-China se han vuelto complejas en los últimos años, y es importante que hoy discutamos juntos todos los aspectos de las mismas", especialmente en este "entorno geopolítico volátil".
Hasta ahora, Von der Leyen se ha manifestado a favor de la OTAN y ha proferido contundentes palabras contra Pekín. En un discurso pronunciado a finales del mes pasado, afirmó que Europa debe ser "más audaz" con China porque esta se ha vuelto "más represiva en casa y más asertiva en el exterior". Además expuso una serie de cuestiones, entre ellas las acusaciones de violación de los derechos humanos o el acoso a otras naciones asiáticas.
En esta ocasión le dijo a Pekín: "Como grandes economías y actores globales, tanto China como la UE tienen la responsabilidad de aplicar y mejorar el orden internacional basado en normas de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas. Aunque tenemos que abordar algunos desequilibrios críticos en nuestras relaciones económicas, debemos cooperar estrechamente en los problemas mundiales más acuciantes, como el cambio climático, las amenazas nucleares, la salud y la estabilidad financiera.".
En consecuencia, el bloque de 27 miembros camina en la cuerda floja, tratando de desarrollar lazos económicos con China, pero también de reafirmar una estrecha relación política y cultural con Estados Unidos. Esta tarea se ha vuelto especialmente difícil a medida que la administración estadounidense intensifica su retórica anti-Pekín, más aún tras la invasión rusa de su vecina Ucrania, que ha dejado a Europa incluso más dependiente de Washington en materia de energía y seguridad.
En las últimas semanas la presión internacional ha aumentado para que China se implique en el proceso de paz. Pekín ha tratado de posicionarse como parte neutral en el conflicto, aunque ha estrechado sus lazos con la nación, importando energía de Rusia a precio de saldo. A pesar de la enorme presión internacional sobre Moscú, Xi decidió hacer del Kremlin su primer destino para una visita de Estado después de asegurarse un tercer mandato como líder chino que ha roto los estándares.
Tanto Occidente como China temen ahora que se esté perfilando una nueva guerra fría mundial, que enfrenta a una serie de alianzas lideradas por Estados Unidos (que incluye a naciones europeas y algunas asiáticas) contra un eje liderado por Pekín y Moscú (que incluye a Irán y Bielorrusia).
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