Biblioteca Harley-Davidson

Humor político

Refrescaremos el ambiente simplemente con unas bromas y unos cuantos chistes políticos

No les cansaré este martes con temas sofocantes que ya hay bastante calor en marcha. Refrescaremos el ambiente simplemente con unas bromas y unos cuantos chistes políticos para que pasen un mes relajado y vuelvan el próximo curso político con más ganas que nunca de defender la libertad, la igualdad y la solidaridad amenazadas por el Gobierno.

Por ejemplo: es desde luego terrible para Trump que un francotirador que aún no ha conocido mujer atente contra su vida, pero si hubiera tenido que oír a Nebulossa representándonos en Eurovisión ya estaría acostumbrado a que les sangraran las orejas.

Otro: ¿será Pedro Sánchez nuestro Joe Biden y no nos habremos dado cuenta? Fíjense en las similitudes: todo el mundo quiere que se vaya (incluso una gran parte de su propio partido) y solo él y su señora buscan todas las excusas posibles para no abandonar su estancia en el palacio gubernamental. Si el motivo de pedir la retirada de Biden eran sus llamativas lagunas de memoria, ¿qué decir entonces de las de Sánchez que ya no se acuerda de sus promesas de nunca gobernar con Podemos o nunca permitir una amnistía? ¿Estará el país ya necesitando nuestra Kamala Harris peninsular?

Como final, la broma quizá más malévola. Si tenemos en cuenta que Pedro Sánchez se ocupó de asegurar a la población española que nunca gobernaría con Podemos porque no podría dormir tranquilo y, un tiempo después, hizo también público que jamás querría una amnistía bajo ningún concepto, yo si estuviera en la piel de Begoña Gómez, a la vista de los hechos, empezaría a preocuparme. Porque no olvidemos que la última afirmación de resonancia pública que Pedro Sánchez ha considerado digna de darnos a conocer al contribuyente ha sido que estaba muy enamorado de su mujer. Dado que hace lo contrario de lo que dice, ¿hemos de temer, en breve, conflicto sentimental a la vista?