El trípode
¿Mafia o democracia?
De lo que ahora se trata es de dar la posibilidad a los españoles de votar para que mediante unas elecciones con plenas garantías de limpieza democrática decidan en las urnas qué tipo de gobierno desean para España
Así definió ayer Feijóo el momento que vivimos en España en la concentración convocada en Madrid contra el sanchismo. Que está “instalado” en el gobierno -que no “gobernando”- porque carece de posibilidad alguna de hacerlo, careciendo de mayoría en el Congreso y así mismo sin presupuestos aprobados desde 2022. Lo que significa ser algo peor que un “objeto inútil”, en calificación dada por el mismo Sánchez a un gobierno que carece de las cuentas públicas aprobadas, que es el instrumento que cuantifica todo un auténtico programa de gobierno. Claro es que se lo dijo a un gobierno del Pp que en abril de 2018 todavía no tenía aprobados los de ese ejercicio. Y que en mayo los pactó con el PNV -que a la semana siguiente le dio a Sánchez los votos que necesitaba para ser investido presidente en la moción de censura- para que así pudiera gobernar con Presupuestos. Toda una auténtica indignidad política, una felonía histórica del nacionalismo vasco, que ahora es sabido que al parecer fue conseguida en una corrupta compraventa de votos gestionada por “un tal Santos Cerdán” con su socio Antxon Alonso. Que también acompañó a Sánchez a cumplimentar a Arnaldo Otegi en un caserío vasco, conducidos hasta allí por “un tal Koldo García”. Todo para pactar una censura que fue defendida por “un tal José Luis Ábalos” desde la Tribuna del Hemiciclo para “acabar con la corrupción” y salvar la “calidad de nuestra democracia", haciéndose él mismo “garante personal de la misma”. La realidad tan “progresista y feminista” de este caso supera a toda eventual ficción, provocando vergüenza ajena de la que Otegi, Puigdemont, Junqueras y Esteban son cooperadores necesarios de su continuidad junto a la lideresa comunista Yolanda Díaz. De lo que ahora se trata es de dar la posibilidad a los españoles de votar para que mediante unas elecciones con plenas garantías de limpieza democrática decidan en las urnas qué tipo de gobierno desean para España. Ante la evidencia de que el sanchismo gubernamental no está dispuesto a abandonar el poder que es su único sustento, es imprescindible una iniciativa parlamentaria que haga posible la convocatoria inmediata de elecciones como único objetivo a conseguir. Y por cierto, lo de las “elecciones con plena garantía de limpieza” -muy especialmente en el voto por correo y en el escrutinio- es imprescindible que esté debidamente garantizado, conociendo las “malas artes” utilizadas por el cuarteto del Peugeot durante las elecciones primarias del PSOE que devolvieron a Sánchez al poder en Ferraz. De momento, las urnas darán muy pronto la opinión de los extremeños sobre el hermano de Sánchez y su íntimo amigo el candidato socialista.