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Ventanilla única

Los suizos no se disparan tiros en el pie

En España, para este Gobierno de coalición que nos desgobierna, siempre es mejor tirar de demagogia y hacer un agujero cada vez más grande en el bolsillo de los sufridos contribuyentes

Los suizos, que han demostrado durante siglos que son un pueblo inteligente, sabio y que siempre consulta con sus ciudadanos las decisiones que afectan a sus bolsillos, han rechazado en referéndum un impuesto del 50% para las herencias y donaciones más altas, es decir las de los ricos, como dicen por aquí las huestes de izquierdas. Los votantes han decidido, con el 80% de los sufragios, que el tributo para las herencias superiores a los 53 millones de euros, pensado para gravar a las grandes fortunas con el fin de recaudar más fondos para la lucha contra el cambio climático, no debe promulgarse. Era una iniciativa, impulsada por el ala juvenil del Partido Socialista suizo, que no logró el apoyo en ninguno de los cantones del país, según el escrutinio final. Esto demuestra que sangrar a la misma vaca para obtener más leche no siempre está justificado. La derrota estaba casi anunciada, ya que el Parlamento suizo, muy repartido entre conservadores, socialistas, liberales y democristianos, había recomendado votar en contra ante el temor de que animara a las grandes fortunas a salir del país. Actualmente no hay impuesto de Sucesiones y Donaciones a nivel federal, aunque sí en casi todos los cantones de la confederación, con porcentajes que varían mucho en función del lugar, pero que con frecuencia eximen de su pago a cónyuges y descendientes directos. Sus impulsores calculaban que este nuevo gravamen, sin exención para familiares de primer grado ni para donaciones a instituciones públicas y organizaciones, habría afectado a unos 2.500 contribuyentes con fortunas estimadas en más de 50 millones de francos. Aunque sobre el papel se preveía que con él aumentarían los ingresos fiscales entre 4.200 y 6.400 millones de euros, la Hacienda nacional advirtió que a medio plazo podría conllevar pérdidas por la temida fuga de los grandes patrimonios. También alertaba de que el nuevo impuesto podría disuadir a otros de instalarse en Suiza, lugar escogido durante décadas por magnates, artistas de renombre y personalidades foráneas para establecerse. Los suizos, que repito, no son tontos, saben que dispararse un tiro en el pie nunca es bueno, ya que te puede dejar lisiado para los restos. Pero, en España, para este Gobierno de coalición que nos desgobierna, siempre es mejor tirar de demagogia y hacer un agujero cada vez más grande en el bolsillo de los sufridos contribuyentes, sobre todo si a los que hay que sangrar son unos malvados ricos, como Fu Manchú. La solución pasa por que al final se pase por caja sin que parezca un robo.