El buen salvaje

Mama Chicho en Eurovisión

Lo mejor de todo es que la canción es mala y la intérprete desafina, ahí es donde se vuelve vanguardista

El hecho de que el presidente del Gobierno defienda la canción «Zorra», que si nadie lo remedia nos representará en Eurovisión, significa que la fachosfera está en la izquierda. Si la canción empodera ya no hace falta que se pague a un ministerio de Igualdad porque una señora de cincuenta y tantos les ha hecho una de esas campañas que dan casi asco, como aquella de Pam en la que una chica corpulenta se lo hacía con un canijo sin tener en cuenta que con esas bragas no se puede aparecer en público.

Me es indiferente que Nebulossa quiera ser una «zorra» o una jirafa porque, al cabo, es como si hubiera resucitado Tino Casal y se tirara de los pelos con Almodóvar. O sea, intentar ser moderno tomando la imagen de los más hortera de lo antiguo resulta de lo más patético, como si «Toro salvaje» de Scorsese tuviera la estética, y la bata de «semental italiano» de «Rocky». «Zorra» es otra catástrofe en un panorama sucio en lo intelectual y abyecto en lo político, ese mundo zorro sin máscara.

Antiguas las modernas. «Zorras», según la nueva orientación semántica de la palabra, somos todas (momento no binario), pero ya dejamos de serlo hace tiempo solo que Nebulossa no debe salir mucho por la noche dicho sin afán de caer en el edadismo, a estas alturas y con mis canas. Los gays, que suponen un porcentaje relevante entre los eurofans, la cantan riéndose de la cantante, una especie de Blance Dubois, salvando las distancias, pero no la mala leche, de «Un tranvía llamado deseo». Siempre confió en la bondad de los desconocidos que la votaron. Se ha elegido un cateteo, una Mama Chicho, traspasada de 1990 a 2024.

Lo mejor de todo es que la canción es mala y la intérprete desafina, ahí es donde se vuelve vanguardista que es lo que quieren hacer Los Javis con Yurena. La madre de Nebulossa me tiraría un ladrillo de la misma manera que Margarita Seisdedos. Ahí sí compro el experimento. Twelve points.