Mar en calma
¡Mañana!
Es una bendición encontrar a un compañero de vida, con quien todo sea sencillo y sientas paz
Siempre di la máxima importancia al amor. El gran regalo de la vida son los vínculos afectivos: personas con quienes sentirse en casa.
Honrar lo vivido y las necesarias etapas de soledad sirven para aprender y avanzar especialmente si empleas tiempo en tu autoconocimiento. Encontrar a la persona ideal puede ser una lotería. Deseo para todos lo mismo que pedí: un amor sereno, sincero, maduro, que te dé paz, que te ayude a valorarte pero también a darte tu espacio, porque no entiendo el amor sin libertad. Esto ahorraría mucho dolor emocional: es vital elegir al copiloto de tu vida, ¡al fin y al cabo es el que pone la música! y ¿cómo sabemos que esa elección es la correcta? Yo lo tengo claro: cuando tu pareja ama tu esencia, no quiere cambiarte y todo resulta fácil y fluido a su lado. Justo lo que me pasó con David, con quien mañana, Día Internacional de la Paz, ¡me caso!
Todo fluyó de forma natural y progresiva, especialmente con mis hijos que me piden que no me separe nunca de David. Sorprende que actualmente los niños vean más común un divorcio que una unión duradera.
Es una bendición encontrar a un compañero de vida, con quien todo sea sencillo y sientas paz.
Ya el año pasado, el Padre Ángel nos dio su bendición en un encuentro de película en Palma de Mallorca donde además cantaron Sole Giménez, Juan Peña, Rosana, María Díaz, Román Mosteiro… canciones tan emocionantes como Aleluia, la Vie en rose, A fuego lento, No dudaría… También se realizó la lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios. El Papa Francisco aprobó oficialmente que los sacerdotes puedan dar una bendición a «parejas en situación irregular» (personas casadas civilmente, divorciados o parejas formadas por personas del mismo sexo). Fue algo inolvidable y no pude dejar de emocionarme.
No puedo imaginar lo que viviremos mañana rodeados de nuestros seres queridos…
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