Canela fina

Montoro oscurece a Ábalos-Cerdán

«Sánchez está dispuesto a todo. Sabe que no pasará del poder a la oposición, sino desde Moncloa al banquillo de los acusados»

¿Será posible que los agradaores gallegos de Feijóo no se dieran cuenta de que Pedro Sánchez reaccionaría frente a la ofensiva del Partido Popular, sustentada en el caso Ábalos-Cerdán? El presidente del Gobierno ha demostrado en los últimos siete años su extraordinaria habilidad para devolver los golpes recibidos, achacando a sus rivales el mismo delito del que a él le acusan.

Ante el escándalo de corrupción derivado del caso Ábalos-Cerdán-Koldo, convocó pleno del Congreso de los Diputados, se asentó sobre el albero del ruedo parlamentario, juntos los pies, la muleta en la mano izquierda y citó al toro pastueño de Feijóo para lidiarlo al natural. El presidente del Partido Popular no supo desviar la situación hacia asuntos de mayor envergadura política como los Presupuestos Generales del Estado y Sánchez le recitó, uno a uno, los abrumadores casos de corrupción que en las últimas décadas han sacudido a los populares.

Después, encarcelado Cerdán, ha dado la «casualidad» que, alentado por la Fiscalía, se ha hecho público el caso Montoro. Los alfiles con los que cuenta Sánchez en los medios de comunicación se han lanzado en tromba en los periódicos impresos, hablados, audiovisuales y digitales, también en las plataformas de la red, sobre un asunto viejo de ocho años. En la última semana el sanchismo ha conseguido relegar los titulares sobre Ábalos-Cerdán y sustituirlos por el caso Montoro.

Ninguna torpeza mayor en política que desdeñar al rival. Pedro Sánchez sabe que en estos momentos las elecciones generales no le harán pasar del poder a la oposición, sino de Moncloa al banquillo de los acusados. Y peleará para que eso no suceda con todos los medios a su alcance que son muchos, sobre todo si decide bordear la frontera de lo éticamente correcto. Será difícil calibrar lo que puede ocurrir en los próximos dos años, salvo que la UCO precipite la situación. Feijóo ha mejorado mucho y se ha convertido en un contundente orador parlamentario. Pero de cada diez asuntos de envergadura que se plantean en la vida nacional, Sánchez le gana el relato en siete. El caso Montoro ha demostrado su destreza para desbaratar las crisis que le azotan. Ahora gestiona la compra de votos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Y no se puede descartar que lo consiga, sobre todo si las mujeres y los hombres que envanecen a Feijóo permanecen pasivos.

Luis María Anson de la Real Academia Española