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El trípode

Óscar a la mejor interpretación a la Alcaldesa de Maracena

Debe conocerse la verdad de lo sucedido con ese secuestro que, caso de ser cierto lo que afirma el Auto del Juzgado de Instrucción 5 de Granada, merece el Óscar a la mejor interpretación cinematográfica del año.

Hasta ahora, la denuncia de «compra de votos» era una frase tópica y típica para referirse a las ofertas programáticas propias de los candidatos en periodos electorales; de lo cual, por cierto, Sánchez ha hecho gala un día sí y otro también durante toda la campaña. Ahora, ante el escándalo sobrevenido con la compraventa de votos, pero esta vez previo pago en efectivo, en su primera referencia al tema acusa al PP de «embarrar» la campaña, lo cual según él no es practicar esa actividad criminal, sino denunciarla. No es difícil imaginar lo que el sanchismo hubiera hecho si lo sucedido en Mojácar, Murcia, Maracena (¡!) o Melilla, donde el PSOE gobierna en coalición con la formación que ha causado ese escándalo, lo hubiera protagonizado el PP o Vox. Al sanchismo se le puede aplicar ese conocido romance de Quevedo que dice «modificar la cara importa, que el espejo no hay porqué», que le dedicó a una anciana cuando tras mirarse en un espejo se quejó al ver en él reflejado su arrugado rostro.

Lo sucedido con los votos no es una cuestión menor, un mero incidente de campaña, porque arroja una sombra de sospecha sobre la limpieza del proceso electoral que debe ser subsanada con carácter inmediato ante la muy próxima convocatoria electoral general. La LOREG debe ser modificada con carácter de urgencia y por supuesto con un auténtico pacto entre el Gobierno y la oposición, como requiere lo que es: una cuestión de Estado. El voto por correo debe ser regulado con las garantías necesarias para impedir que pueda volver a producirse lo conocido ahora. Lo lamentable es que hace dos años que el Tribunal Supremo ya hubiera advertido de ese riesgo, y esa advertencia no se haya atendido como merece.

Por cierto, después de lo sabido ayer, deja de ser un mero «incidente» de campaña para pasar a ser auténtica «categoría» el suceso del secuestro en febrero pasado de la concejala socialista de Maracena presuntamente a manos de tres cualificados miembros del PSOE de Andalucía, incluida la plañidera alcaldesa. No hablamos de cualesquiera militantes, sino de la alcaldesa, un vicepresidente de la Diputación de Granada y concejal de Urbanismo y del exalcalde de la localidad durante 16 años y ahora actual número dos del PSOE, y vicepresidente del Parlamento autonómico. Debe conocerse la verdad de lo sucedido con ese secuestro que, caso de ser cierto lo que afirma el Auto del Juzgado de Instrucción 5 de Granada, merece el Óscar a la mejor interpretación cinematográfica del año. Si es cierto, el PSOE sanchista queda reflejado en un rostro deleznable. Aspirábamos a un final de campaña tranquilo.

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