Parresía

El papelón de Bolaños

A estas alturas de la película nada puede molestarme más, como ciudadana, que me subestimen. Que me tomen por tonta

De las últimas novedades sobre la ley de amnistía, recién retocada al gusto de Junts, hecha a la medida de Carles Puigdemont, quizá lo que más me indigna es la puesta en escena. Los detalles del nuevo texto los tenéis explicados al detalle en el periódico y los conocíamos ya todos los españoles. Básicamente, el nuevo texto cumple todas las exigencias que Junts y ERC habían puesto sobre la mesa. De Puigdemont y los suyos ya sabemos lo que persiguen, ellos mismos lo verbalizan a diario: siguen su hoja de ruta a rajatabla, paso a paso. Ahora, en cuanto la ley se apruebe, ya nos anuncian que procurarán influir en la negociación de los presupuestos y después, cómo no, avanzar hacia la autodeterminación. Nadie podrá culparles de no explicarse con suficiente claridad.

En cambio, Pedro Sánchez no ha dicho ni mu mientras hace las Américas, a 9.000 kilómetros de aquí. ¿Por qué se ha marchado en una semana tan importante, con el caso Koldo en plena ebullición y durante la tramitación de su ley estrella? ¿Justamente por eso se ha quitado de en medio? ¿Cree Sánchez que, una vez más, dejar correr estos asuntos, mencionarlos lo menos posible servirá para que se aparquen?

En su lugar, ha comparecido en el Congreso un Félix Bolaños pretendidamente entusiasmado, hasta el punto de felicitarse a sí mismo por una ley que nos convierte, según él, en referente mundial. Su speech ha sido de todo, menos creíble. El hombre ha hecho lo que ha podido pero, cuanto más se explicaba, más sorprendían y hasta chirriaban sus palabras.

A estas alturas de la película nada puede molestarme más, como ciudadana, que me subestimen. Que me tomen por tonta. Que nos vendan a todos la moto de la amnistía como si supusiera el fin de nuestros problemas de convivencia en vez de explicarnos la verdad, en vez de verbalizar que tanto cambio de opinión en este PSOE sanchista tiene como finalidad última resistir en la Moncloa.

Quien realmente organiza y manda en España, desde la distancia, es un prófugo de la justicia que, si todo sale como él pretende, será el candidato de su partido en las próximas elecciones europeas, incluso con el NIF caducado, y podrá estar de vuelta en Cataluña ya en el mes de julio, paseando en libertad, convertido en héroe del independentismo, riéndose de los jueces opresores.

¿Chocará esta ley de amnistía con el Derecho europeo? Según a qué jueces consultes, te responden una cosa o la contraria. En estos momentos, hay más preguntas que respuestas en firme. Aquí seguiremos para contarlo.