Y volvieron cantando

Presidente encapsulado

No hay acto público de Sánchez fuera de La Moncloa o minuciosamente organizado por el partido socialista, que no contemple las más estrictas distancias con la gente de a pie

Continua el «suma y sigue» en la desatada vorágine de vídeos de un campechano Sánchez brindados a las redes y medios, como ingrediente añadido a la bullabesa preelectoral. No dejaría de ser entrañable la imagen –entre otras– del presidente junto a Óscar, hermano de Christian cargo orgánico del PSOE, si no fuera porque la peor propaganda es la que no sabe ocultar su condición propagandística. Viene resultando casi una labor de orfebrería la que ocupa al núcleo duro de La Moncloa, en un momento en el que trata de combatirse la imagen de desapego del presidente frente a la ciudadanía colocando videos allá donde se quieran ver. Un equilibrismo que camina en la contradicción entre vender a un jefe del Ejecutivo como personaje cercano a la gente de la calle y conocedor de sus problemas del día a día, pero en realidad encapsularlo cuando toca de verdad pisar esa calle, para mantenerlo alejado y protegido de una situación que se ha comprobado poco gratificante en forma de abucheos y otras manifestaciones espontáneas de descontento ciudadano.

La contradicción sitúa a la materia gris de la propaganda monclovita con sus vídeos promocionales y mensajes a las redes sociales bajo el brazo, frente a una calle que en realidad no se pisa o a la que se contempla solo desde reforzados perímetros de seguridad. No hay acto público de Sánchez fuera de La Moncloa o minuciosamente organizado por el partido socialista, que no contemple las más estrictas distancias con la gente de a pie, incluso llegando a darse la circunstancia especialmente engorrosa para los informadores, de ver demorado casi hasta el último momento el detalle de adónde va a acudir el presidente, cuándo va a tener lugar y qué formato se le dará a ese acto, en un celo protector que contrasta con el otro universo paralelo en el que se nos brindan bucólicas imágenes del líder acudiendo a trabajar sobre una ecológica bicicleta entre calles ajardinadas y sin coches, animosos partidos de baloncesto sobre silla de ruedas o vídeos jugando a la petanca a las dos y cuarto de la tarde con «pensionistas», cargos orgánicos del partido socialista en muchos casos, como cargos del PSOE eran los ciudadanos «de a pie» elegidos para formularle «incómodas» preguntas en la escalinata de La Moncloa. Sánchez es hoy un político encapsulado frente al contacto con una cabreada calle ante la que solo acabará sirviendo un vehículo «Pedromóvil».