Quisicosas
Pseudomedios, por Begoña Gómez
Es grave que la ley de información con la que amenazan PSOE y Sumar coincida en el tiempo con las investigaciones sobre la familia del presidente
Las definiciones ambiguas son útiles para la propaganda, pero peligrosas. «Arte degenerado», por ejemplo; como sobre gustos no hay nada escrito, se definió como el arte que no servía a los fines del gobierno nacionalsocialista. ¿Existen los «pseudomedios»? Mire, no. Si usted crea un podcast personal calumnioso o si asaetea con infundios las redes sociales, los tribunales lo reducirán por falsedad. Una señora, Pilar Baselga, dijo en la televisión Distrito TV que la mujer del presidente era transexual y se dedicó al narcotráfico. Begoña Gómez la ha demandado y Baselga se enfrenta a una condena por calumnia e injuria y una indemnización de cien mil euros. El sistema funciona.
¿Qué es un medio de comunicación «serio»? Lo que la audiencia define como tal. Es un concepto ambiguo que incluye periodistas licenciados, con formación deontológica, tradición de verdad y verificación de fuentes, sin embargo, ya no coincide con los soportes técnicos antiguos. No sólo periódicos, televisiones o radios de amplia audiencia son medios de comunicación fiables. Un digital puede ser más prestigioso y «periodístico» que una televisión. Un podcast profesional, más serio que una revista especializada. Y, por cierto, la generalidad de los medios de comunicación ha difundido bulos. A lo largo de mi carrera he visto incurrir en ello a todos y todos han sido condenados alguna vez. Ahora nos llega el Gobierno diciendo que va a prohibir subvencionar a «pseudomedios» que difundan «bulos». Hasta donde yo sé, la única autorizada a definir el bulo es la Justicia. ¿O es bulo publicar las relaciones de Begoña Gómez con el empresario Barrabés?
Es grave que la ley de información con la que amenazan PSOE y Sumar coincida en el tiempo con las investigaciones sobre la familia del presidente. Entre otras cosas porque su mujer enseña en la Complutense cómo captar fondos públicos y privados, cómo difundir información empresarial y cómo detectar «fake news». Aunque la famosa cátedra o máster de Transformación Social Competitiva, creada ad hoc para Begoña Gómez, ha sido cancelada, ella sigue en la Complutense como codirectora del máster de «Dirección de Fundraising Público-Privado para Organizaciones No Lucrativas», que dirige la profesora Aurora Castillo. La matrícula está abierta para el curso 24-25 y en el programa se promete enseñar cómo captar dinero de la administración pública, empresas, grandes donantes y fundaciones. La especialidad de Begoña. El correo de contacto es el suyo y la matrícula cuesta 3.000 euros.
Ahora que el Estado va a definir lo que se puede o no decir en medios (también en medios autonómicos y municipales) habrá que acudir a este máster. Parece que algunas medidas de Gobierno no salen del Consejo de ministros, sino del salón de casa de Moncloa.
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