Sin Perdón
Y el PSOE fue cediendo y cediendo…
«Es lógico que Puigdemont aceptara el acuerdo tras quedar impresionado por el botín que había logrado»
En las academias militares se aprende que es muy importante saber gestionar la victoria. No es suficiente ganar una batalla o una guerra, sino que hay que dar a conocer el éxito conseguido. Es un clásico utilizar la famosa batalla de Qadesh, porque no fue una victoria de Ramsés II sobre los hititas, sino que el resultado fue indeciso, por ser generoso, ya que ninguno de los dos se impuso y los egipcios no obtuvieron ningún beneficio. La situación hubiera podido ser más catastrófica, porque el faraón y su guardia fueron rodeados consiguiendo escapar dirigiendo varias cargas contra las filas de su enemigo. A pesar de ello, la transformó en un éxito encargando a un escriba que anotara su relato de la gloriosa batalla mientras que su rival, Muwatalli II, la consideró una gran victoria. En estos tiempos ya no es necesario hacer interpretaciones y aunque Sánchez cuenta con sus fieles escribas en los medios de izquierdas, la realidad es que la aprobación de los decretos ley, incluyendo el rechazo de uno de ellos, fue una victoria pírrica o incluso una inquietante derrota.
Por hacer una ucronía, es como si Muwatalli II hubiera conseguido la paz con Ramsés II renunciado a la ciudad de Qadesh y cediendo una parte de su imperio. Es lo que ha hecho Sánchez con Puigdemont. Lo mejor es acudir al secretario general de Junts, Jordi Turull, que aclaró que «el PSOE fue cediendo y cediendo, y en el último segundo del último minuto conseguimos llegar a un acuerdo». A primera hora el resultado de la votación estaba cantada, pero es lógico que Puigdemont aceptara el acuerdo tras quedar impresionado por el botín que había logrado. Me imagino que se sintió como un pirata inglés consiguiendo capturar el Galeón de Manila. Lo mejor es que ahora toca negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2024 y el botín será el equivalente a conseguir el control de las minas de Potosí sobre las que se decía que con todo el mineral extraído se podía construir un puente de plata desde los Andes a España. Me río del saqueo de Roma por Alarico.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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