Sin Perdón
¿Puigdemont se rendirá ante Sánchez?
«Sánchez no debe creer en los milagros, pero la esperanza es lo último que se pierde»
Es cierto que las relaciones políticas basadas en el interés pueden ser muy sólidas, porque nadie se llama a engaño. Es un simple intercambio comercial donde el precio del producto depende de la necesidad. Puigdemont y sus colaboradores saben que no se pueden fiar de Sánchez y que la amnistía fue el resultado de los votos que necesitaba para ser investido. Por supuesto, en otras circunstancias nunca la hubiera aceptado, porque consideraba que era inconstitucional y quería meterle en la cárcel. Puigdemont le votó a pesar de ser el segundo partido, pero no hubo reciprocidad cuando se encontró en una situación parecida tras las elecciones catalanas. El líder de Junts tiene dos problemas que son una consecuencia directa de apoyar a Sánchez. No estoy seguro de si le engañaron o se dejó engañar. El fuerte crecimiento de la ultraderecha independentista se produce a su costa y las encuestas muestran que Salvador Illa volverá a ganar las elecciones. Por tanto, la estrategia de Junts apoyando a Sánchez, aunque le tumbe alguna medida, es un desastre, porque no conseguirá su objetivo de recuperar la Generalitat. He de reconocer que su continuidad en La Moncloa es muy atractiva informativamente, ya que el deterioro institucional y los escándalos nos ofrecen nuevas noticias cada día. Es más divertido que escribir o informar sobre el PP y los sobrevalorados hermanos Nadal, aunque nos darán momentos de gloria cuando Álvaro sea el todopoderoso zar de la economía española. Alberto podría quedarse con el Banco de España. Lástima que no sean cuatrillizos, porque los otros podrían estar al frente de la CNMC y la CNMV. En cualquier caso, tienen parejas, familiares y amigos para controlar el área económica y el sector público empresarial. Y, sobre todo, pueden recuperar a Soraya como presidenta del Consejo de Estado. Por su parte, Sánchez no debe creer en los milagros, pero la esperanza es lo último que se pierde. Lo único que le importa es la supervivencia y le conviene tener unos presupuestos, ya que así Puigdemont será su rehén. Me imagino que Conde-Pumpido y sus mariachis se encargarán de que pueda volver a Cataluña. No le importa atropellar, una vez más, el ordenamiento constitucional para erigirse en el más servil de los sanchistas. ¿Puigdemont se dejará engañar de nuevo?
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)