Sin Perdón

¿Por qué son importantes las europeas?

«Hay que dar la espalda a una UE en la que Sánchez y sus aliados comunistas pudieran tener un peso importante»

España es uno de los países más europeístas, pero mucha gente no es consciente de la importancia que tienen estas elecciones. Estos días me encuentro con personas que no tienen interés en ir a votar y otros que quieren elegir una de esas papeletas excéntricas que no conducen a nada. La realidad objetiva es que son muy importantes tanto en el fondo como en la forma. No solo en su aspecto de política comunitaria y su influencia en España, sino también en clave nacional. Sánchez sabe que las perderá, pero no le preocupa porque las considera un mero trámite. Es la conclusión del ciclo electoral que hemos vivido desde las municipales y solo le interesa que la diferencia con el PP no sea muy grande. Por supuesto, le gustaría ganarlas, pero las generales y las municipales dejaron muy claro que España ha girado al centro derecha. Feijóo podrá esgrimir un fuerte ascenso desde las anteriores europeas y superar al PSOE, pero no provocarán el cataclismo que conduciría a una convocatoria adelantada. El líder del PSOE es inmune a cualquier escenario salvo a una moción de censura o una disolución que le convenga por motivos estrictamente partidistas.

En las Academias se utiliza la fórmula elegante de «no hay ambiente» para desestimar a un candidato y desanimarle para que no se presente. Por tanto, no hay ambiente salvo que Puigdemont decida hacerle la vida imposible. Una vez descartada la clave de política nacional es importante acudir a las urnas, porque nos jugamos mucho en la UE. Sánchez quiere impulsar su disparatada agenda populista siguiendo los pasos de la izquierda iberoamericana. No hay nada más involucionista que el falso progresismo de un socialismo sometido a los intereses de los comunistas, los antisistema, los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. La UE, en su forma original de la CEE, se constituyó en el marco de la Guerra Fría y tras el horror provocado por la Segunda Guerra Mundial. Ese anticomunismo primigenio fue muy acertado y nunca se debería abandonar. No hay nada más terrible que ideologías como el comunismo o el fascismo surgidas en el corazón de Europa. Por ello, hay que dar la espalda a una UE en la que Sánchez y sus aliados comunistas pudieran tener un peso importante.