El puntazo
No la quieren ni en su partido
El desenlace es cristalino. Sánchez no la dejará caer. El resto importa poco o nada
En cualquier otra democracia que no sea la sanchista, el escándalo con el fallo de las pulseras de protección anti maltrato que el Gobierno ocultó durante meses habría costado el cargo a todos los responsables implicados, con la ministra Ana Redondo al frente. Obviamente, no será así y los esfuerzos del oficialismo se están centrando en sacar adelante el relato que lo exonere y avale el rigor de su conducta en este despropósito que ha beneficiado de nuevo a un número sin especificar de supuestos delincuentes y puesto en peligro a sus víctimas. Como le sucedió a su predecesora, aunque no de manera tan descarnada, Ana Redondo no despierta entusiasmos ni entre los suyos. Publicamos hoy que las feministas del PSOE le han dado la espalda y que se han preocupado de marcar distancias. Por lo demás, el desenlace es cristalino. Sánchez no la dejará caer. El resto importa poco o nada.