Mar en calma

Regalo repetido

El mero hecho de sonreír mejora nuestra energía y nuestra fuerza vital

El hoy es un regalo. Por algo se llama presente. Y la salud: un regalazo. En nuestra mano está transformar el miedo, la tristeza, la ira, la culpa… en bondad, coraje, alegría y serenidad.

No nos enseñan a canalizar las emociones negativas, como expresiones naturales que son, sino a negarlas, ocultarlas o reprimirlas, lo que hace que se enquisten y dañen nuestros órganos internos. Sin embargo, esas expresiones naturales, en forma de dolor emocional, nos están dando un mensaje directamente de nuestra alma que viene a decirnos que no está en paz, que no se encuentra en equilibrio, que necesita un cambio.

Si no encontramos la manera de transformar esas emociones negativas en positivas o no las liberamos, por ejemplo, haciendo ejercicio, respirando correctamente, expresando lo que sentimos, meditando, estando en contacto con nuestros seres queridos, con la naturaleza etc., se instalarán en órganos internos concretos que se verán afectados fisiológicamente. La sanación física pasa por el perdón y la gratitud. Los neurólogos afirman que cada vez que te resistes a actuar movido por la ira o el enfado, estás educando a tu cerebro a ser más tranquilo y amoroso. Las emociones dolorosas son oportunidades para crecer. La ira debilita el hígado. La pena, los pulmones. La preocupación debilita el estómago. El estrés: el cerebro y el corazón. El miedo debilita los riñones. La risa reduce el estrés. Sonreír garantiza la felicidad. El mero hecho de sonreír mejora nuestra energía y nuestra fuerza vital. Genera serenidad y alegría y una energía que sana nuestro cuerpo y nuestro espíritu.

Utilicemos la mente a nuestro favor, no para sentirnos prisioneros ni torturarnos. Así contribuiremos a ese gran regalo: salud física y emocional.

Que los Reyes Magos nos traigan: no solo vacunas y tratamientos, sino también conciencia sobre la importancia de mantener hábitos saludables y ganas de seguir adelante. En este nuevo año, que la salud se convierta en el regalo más repetido.