Sin Perdón
¿Sánchez conseguirá la investidura?
«Sánchez está desesperado y quiere ser investido cueste lo que cueste»
Todo el mundo me hace la misma pregunta. No soy el oráculo de Delfos. Ni siquiera soy capaz de leer los auspicios como hacían los sumos pontífices en Roma. Las señales son desconcertantes y cada día cambian. A estas alturas, todo depende de un personaje como Puigdemont porque el resto de los posibles socios se ha rendido al sanchismo. Por supuesto, ERC y PNV hacen teatro, bastante malo, por cierto, porque su voto está condicionado y comprometido. Sánchez ha jugado bien las cartas sacando a pasear el espantajo de Vox en el caso de los nacionalistas vascos mientras que con Junqueras coinciden en la necesidad de garantizar la estabilidad del gobierno catalán y acabar con el incordio de Puigdemont. Esto último es la auténtica normalización de la política catalana, porque el fugado de Waterloo es un factor distorsionador en su papel de tótem de la derecha independentista. Con la amnistía se lo sacan de encima y no puede ir de víctima como hace ahora en su condición de exiliado de lujo.
En Junts solo manda él. Por ello, es quien puede decidir la formación de un esperpéntico gobierno donde cabe desde la izquierda comunista y antisistema hasta el apoyo de la derecha más conservadora representada por el PNV y los herederos de Convergència. Cada vez que Sánchez habla de un «gobierno progresista» me entra la risa. Me gustará ver cómo negocian las medidas sociales de Sumar, aunque más bien son antisociales, con los diputados de Ortuzar. En este caso no necesito ser un augur interpretando los auspicios, porque puedo afirmar que será una legislatura muy complicada. Al PNV le iría muy bien la repetición de las elecciones, aunque no puede decirlo. Puigdemont se debate entre ser el Judas del nacionalismo y venderse por la amnistía o ser un auténtico patriota que exige un relator y el referéndum. La cuestión es muy simple, porque todo depende de lo que más le convenga. Por su parte, Sánchez está desesperado y quiere ser investido cueste lo que cueste. Ahora que se ha ofrecido de mediador entre los terroristas de Hamas e Israel no quiere arriesgarse a perder La Moncloa.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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