
Sin Perdón
Sánchez y la foto de los fracasados
«Pretende dar la imagen de que pinta algo en política internacional aunque desconozco, a pesar de mis esfuerzos, en qué organismos o países influye»
El socialismo sufre un claro retroceso en todo el mundo. No es algo sorprendente, porque sus políticas han fracasado. La realidad es que el progreso y la igualdad se alcanzan mejor aplicando políticas de centro derecha. Los ciudadanos han acabado comprobando que el populismo, el intervencionismo, las mentiras y el despilfarro son desastrosos. En estos tiempos en los que parecía que triunfaba la política espectáculo, donde no importaba elegir a políticos inexpertos y sin formación mientras comunicasen bien, es necesario recuperar la ética, la eficacia y el rigor. Es evidente que estos principios son ajenos a las políticas y el comportamiento que aplican Sánchez y sus colegas. La izquierda retrocede, incluso en Iberoamérica, con la excepción de los regímenes totalitarios como, entre otros, Cuba y Nicaragua. Este fin de semana, Sánchez, el gran líder del socialismo mundial, dicho irónicamente, nos ha ofrecido una bonita foto con la reunión de los ilustres fracasados que forman la irrelevante Internacional Socialista.
Es una vieja asociación que está tan anticuada que nadie recordaba que todavía existía. Ahora es solo una plataforma que le sirve para que el líder del PSOE brille en medio de la mediocridad de sus miembros. La izquierda mediática le aplaude e incluso defiende que ha llegado más alto que González que solo fue vicepresidente. Es un argumento hilarante. Es cierto que pretende dar la imagen de que pinta algo en política internacional, aunque desconozco, a pesar de mis esfuerzos, en qué organismos o países influye. No hay más que ver su papel marginal, siendo generoso, en las guerras de Ucrania y Gaza. En la primera es un mero figurante entre los países aliados en defensa de la democracia y en la segunda su papel es descriptible tras su fervoroso apoyo a los palestinos. A pesar de los esfuerzos de Albares, que es un buen diplomático y conoce su oficio, la política exterior de Sánchez es errática e incoherente, a lo hay que añadir su fervor por la izquierda radical iberoamericana. No parece que pueda esperar ninguna simpatía del presidente electo de Estados Unidos, un país muy importante para España. Al menos llenará álbumes de fotos mientras fracasan sus políticas en España y la economía va bien gracias al apoyo de la UE, los empresarios y el consumo.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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