Sin Perdón

¿Sánchez resolverá la crisis de Gaza?

«Hay que estar clara e inequívocamente con un Estado democrático como es Israel»

Hamás es un brutal grupo terrorista que sustenta las monstruosidades que ha cometido desde su fundación en la defensa de la imaginaria causa palestina. He utilizado esté término, porque son tantas las mentiras que sorprende que la izquierda política y mediática no haga un esfuerzo por desmontarlas. En otras ocasiones he recogido los datos objetivos del profundo e irracional antisemitismo que ha surgido en muchos países y territorios europeos a lo largo de la Historia. Es cierto que resulta muy cómodo recordar solo el nazismo. Uno de sus ideólogos más conocidos y aterradores fue Alfred Rosenberg, que entre otros cargos fue el ministro del Reich para los Territorios Orientales Ocupados. En una conferencia de prensa el 18 de noviembre de 1941 declaró que «unos seis millones de judíos todavía viven en Oriente, y esta cuestión sólo puede resolverse mediante el exterminio biológico de todos los judíos en Europa. La cuestión judía sólo se resolverá para Alemania cuando el último judío haya abandonado el territorio alemán, y sólo se resolverá para Europa cuando no haya ni un solo judío en el continente europeo hasta los Urales…. Y con este fin, es necesario forzarlos más allá de los Urales o lograr su erradicación».

Todo el mundo conoce la espeluznante conferencia de Wannsee que se celebró un año después. Era la «solución total de la cuestión judía». Es decir, el exterminio de un pueblo inocente. En total, 11 millones, aunque solo consiguieron el objetivo de asesinar a casi 7 millones. Hamás es la heredera de esa concepción criminal, porque no quiere la coexistencia pacífica sino exterminarlos. Sánchez se ha descolgado con la propuesta de una conferencia de paz mientras sus socios de coalición muestran una manifiesta antipatía hacia Israel. A esto hay que añadir que entre sus aliados están los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. No parece que tenga un liderazgo nacional o internacional que le permita asumir ese papel. En este momento, hay que estar clara e inequívocamente con un Estado democrático como es Israel, que respeta los derechos humanos y las libertades políticas, frente a los asesinos de Hamás.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)