Big data
El sector privado es un pilar esencial de la sanidad y contribuye decisivamente al estado del bienestar
En el periodo 2017/2022 se constata un importante aumento de las personas aseguradas
El ciudadano cubierto por un seguro privado de salud que realiza un uso mixto del sistema genera al menos un ahorro equivalente al gasto de las aseguradoras por cada asegurado 599 euros, en total 6.185 millones de euros, al ser 10.325.301 los españoles cubiertos por pólizas de sanidad privada.
Este ahorro para las Administraciones públicas crecería a 17.282.797.886 euros en el supuesto de que los titulares de estos seguros privados no usaran en absoluto la sanidad pública. Estimándose un ahorro potencial por individuo de 1.674 euros por año. Son datos del informe anual, de 2023, de IDIS, Instituto para el desarrollo e integración de la Sanidad.
Esta enorme masa de asegurados en la sanidad privada, 10,3 millones, representa el 21,2% de la población española, que es actualmente de 48,7 millones. Por lo tanto 38,4 millones de nacionales no cuentan con cobertura de sanidad privada, el 78,8% de la población.
En el periodo 2017/2022 se constata un importante aumento de las personas aseguradas por la sanidad privada. El incremento es del 28,2%, pasando de 8,1 millones en 2017 a 10,3 millones en 2022, lo que representa un alza tan significativa que puede llevar aparejada un cambio de paradigma sobre las prioridades y voluntad de los ciudadanos.
Pero aún ha sido mayor el de las primas facturadas, que ha sido en este sexenio del 34,0%, pasando de los 5.543 millones de euros de 2017 a los 7.430 millones de euros en 2022.
El 57,6% del mercado sanitario privado lo controlan tres compañías: Adeslas, con el 28,9% de las primas, seguida de Sanitas y Asisa, con el 15,4% y 13,3%, respectivamente.
El sistema sanitario privado contribuye de manera objetiva al esfuerzo en materia sanitaria nacional, compartiendo con el sistema sanitario público una parte importante de la actividad asistencial, lo que se manifiesta principalmente en dos factores: primero que libera a la sanidad pública de presión asistencial por parte de los ciudadanos y segundo porque hace reducir el gasto público. Son elementos que no atienden a la subjetividad, sino que parten de la experiencia empírica y la realidad estadística, que únicamente desde un análisis ideológico y sectario se pueden cuestionar hasta enmendarlos de manera frívola e irresponsable.
El número de personal adscrito a la sanidad privada es de 292.823 personas, de las cuales 67.350 son médicos; 73.207, enfermeros y 152.271, otros profesionales del ámbito de la salud que conforman la estructura.
El sistema privado llevó a cabo el 33% de las intervenciones quirúrgicas. En esos centros se atendieron al 24% de todas las urgencias que se produjeron en el territorio nacional. El Instituto Nacional de estadística (INE) registra un total de 292.413 médicos y 336.321 enfermeros, un total de 728.734 entre ambas profesiones entre sanidad pública y privada.
Es decir que los médicos y enfermeros del sistema privado suman 140.557 y representan el 19,3% del total nacional de ambas profesiones y son capaces de realizar el 33% de las operaciones. Lo que nos demuestra la sanidad pública tiene un amplio margen de mejora en cuanto a la eficiencia y el rendimiento de los recursos disponibles.
Los datos publicados por el Ministerio de Sanidad muestran una evolución ascendente del gasto sanitario público per cápita. Se estima una proyección en 2022 de dicha tendencia, donde el gasto público se sitúa en 2.022 euros per cápita También el gasto privado crece, situándose en 2022 en 671 euros per cápita.
La Sanidad es un pilar esencial de nuestro estado del bienestar, el más valorado por los ciudadanos. Prescindir de una de sus ramas exclusivamente por oportunismo o ventajismo partidista es contrario al interés general.
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