Siria
Mejores instrumentos contra el terrorismo
Unas amenazas nuevas exigen instrumentos también nuevos. La Comisión Europea hace hoy un llamamiento a todos los países de la UE para que redoblen sus esfuerzos contra el extremismo violento y el terrorismo. Deberían existir en toda Europa programas que ayuden a las personas a abandonar los movimientos extremistas. Además, la UE debe cooperar mejor mediante la creación de un núcleo de conocimiento en este ámbito.
¿Por qué es un problema acuciante? Para hacerse una idea de a qué nos enfrentamos, la publicación «Inspire» puede servir de ejemplo. En apariencia, es como cualquier revista mensual. Papel satinado, largas entrevistas, grandes fotos y fotomontajes, pero las semejanzas acaban ahí. En las fotografías figuran hombres determinados, ocultos por máscaras y empuñando armas automáticas, ciudades devastadas y puñales ensangrentados. Entre los artículos hay instrucciones sobre cómo hacer bombas caseras. Los lectores interesados también pueden leer cómo cometer atentados sin armas de fuego. ¿No tienes pistola? Entonces atropella a la gente con tu coche. En el último número se puede ver una foto a toda página del terrorista de Boston, Tamerlan Tsarnaev, mirando con una amplia sonrisa hacia la cámara sobre un fondo de nubes de plumas y palomas de la paz.
«Inspire» es una revista en inglés patrocinada por Al Qaida y que se publica varias veces al año. Se trata de uno de los numerosos nuevos instrumentos de propaganda manejados por los grupos violentos para reclutar a nuevos miembros. Aunque se edite probablemente en Yemen, está solo a unas cuantas pantallas de distancia para poder recrearse en fantasías terroristas y leer informes entusiastas sobre las vidas supuestamente honorables de los terroristas suicidas. «Inspire» ya ha servido trágicamente a AlQaida: se cree que los dos autores de los atentados de Boston utilizaron los planos publicados en el primer número de «Inspire» para fabricar sus bombas de olla a presión, que mataron a tres personas e hirieron y mutilaron a otras 264.
Hoy en día, las personas en riesgo de sentirse atraídas por ideas extremistas pueden sucumbir al atractivo de grupos en que esas ideas se ven reforzadas. Al mismo tiempo, pueden permanecer aisladas y cometer atentados en solitario. El problema del extremismo no se limita a una ideología o una religión. Anders Behring Breivik justificó sus horribles atentados con una ideología fascista que adoptó en la intimidad de su propia casa. Es un ejemplo perfecto de lobo solitario que prepara atentados mortales secretamente, sin despertar las sospechas de las autoridades.
Ningún país europeo está a salvo. En Toulouse y Montauban (Francia), Mohamed Merah mató el año pasado a siete personas (niños y adultos, judíos y musulmanes) antes de que la policía pudiera neutralizarlo. En Hungría, bandas nazis han golpeado y asesinado a gitanos. En Suecia, en 2010, Taimour Abdulwahab casi consiguió asesinar con bombas de tubo a ciudadanos inocentes que hacían sus compras de Navidad. En Grecia, el rapero Pablos Fyssas fue mortalmente apuñalado este otoño por un miembro del partido Amanecer Dorado.
Con estos trágicos acontecimientos frescos en nuestra memoria, Europa está aunando fuerzas en pro de una causa común y encontrando respuestas. Sin prisa pero sin pausa, aprendemos de nuestras experiencias y de las de los demás. Durante los últimos años, la Red de la UE para la Sensibilización frente a la Radicalización (RSR), que fundé en 2011, ha estado trabajando en la elaboración de una serie de instrumentos para que Europa pueda hacer frente al extremismo violento. En la Red, 700 expertos nacionales y locales colaboran en la materia intercambiando experiencias y formulando soluciones; se trata de policías, líderes juveniles, trabajadores sociales, investigadores y a personas procedentes de toda la UE.
Hoy presentamos los resultados de este trabajo. Los esfuerzos de la Red se han traducido en varias acciones, cuya ejecución, de llevarse a cabo, contribuiría en gran medida a consolidar las defensas de Europa contra el extremismo violento. La Comisión Europea presenta ahora diez recomendaciones que los Estados miembros de la UE deberían seguir lo antes posible. Estas consisten en una mejor cooperación entre las autoridades y otras partes y en más medidas de alcance local para llegar antes a las personas con tendencia al extremismo y apoyar a las que deseen abandonar los grupos violentos. Unos países de la UE han avanzado mucho más que otros al respecto.
Por lo tanto, todos los Estados miembros deberían empezar a ofrecer programas de desradicalización o abandono del radicalismo. Conocemos el efecto positivo de esos programas. Pero este tipo de ayuda existe actualmente en pocos países europeos. Esto tiene que cambiar. Además, la policía local y los trabajadores sociales de toda Europa deben recibir formación que les permita detectar los síntomas de la radicalización de los jóvenes y saber cómo luchar contra ella.
También debemos emplear mejor los conocimientos y experiencia en todos los Estados miembros de la UE. Para ello, la UE creará un centro europeo de conocimiento para luchar contra la violencia extremista, lo que puede ayudar en su trabajo a las autoridades nacionales y locales y a los responsables políticos. Este centro, que recibirá financiación de la UE, también coordinará la investigación en este ámbito tan complejo.
La Comisión Europea insta a los Estados miembros de la UE a presentar planes de acción nacionales sobre la manera de mejorar la acción preventiva. Al mismo tiempo, tenemos que colaborar más estrechamente con los países no pertenecientes a la UE a los que los jóvenes radicales van a entrenarse.
La sociedad civil, por su parte, dispone de grandes conocimientos concretos sobre la forma de combatir la radicalización, tanto sobre el terreno como en línea. Las autoridades nacionales deben cooperar más estrechamente con la sociedad civil para contrarrestar mejor la propaganda de los extremistas en internet. Por ejemplo, debemos elaborar métodos para luchar contra los mensajes de los foros yihadistas en línea. Empresas como Google y Facebook ya están haciendo una labor importante a la hora de oponerse a la incitación al odio a través de internet. Los centros de enseñanza también desempeñan un papel importante cuando se trata de reforzar la resistencia frente a los mensajes extremistas que glorifican la violencia. Por lo tanto, una de las recomendaciones de la Comisión Europea a los Estados miembros es que tomen más medidas en el ámbito de la enseñanza.
Nos enfrentamos a grandes retos ahora y en los próximos años y de ahí la importancia de una mejor cooperación. Varios grupos que actúan como caldo de cultivo para la violencia, como Jobbik en Hungría y Amanecer Dorado en Grecia, están ganando terreno y podrían entrar en el Parlamento Europeo este año. Al mismo tiempo, unos 1.200 europeos, entre los que se encuentran ciudadanos españoles, se han trasladado a Siria para luchar en la guerra civil. De ellos, un pequeño grupo está constituido por radicales, hombres jóvenes que se han afiliado a grupos con planes terroristas y que se han formado y endurecido en combate, por lo que deben considerarse una amenaza clara y real a su regreso a Europa.
Los países europeos tienen que prepararse mejor para contrarrestar las ideologías terroristas nacionales, el terrorismo de los "lobos solitarios"y la violencia xenófoba. Todas las fuerzas del bien deben cooperar más estrechamente para conseguir verdaderos resultados en la lucha contra el extremismo violento.
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