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País Vasco

El monumento vasco que tiene más de 5.000 años: “Se escuchaban canciones sin que hubiera nadie allí”

Entre leyendas y hallazgos arqueológicos, el dolmen de la Chabola de la Hechicera revela secretos del Neolítico en el corazón de Álava

El monumento vasco de más de 5.000 años descubierto hace menos de un siglo: “se escuchaban canciones sin que hubiera nadie allí” Turismo Euskadi

En el municipio alavés de Elvillar, a escasos diez minutos a pie del núcleo urbano, se encuentra uno de los monumentos prehistóricos más importantes del País Vasco: el dolmen de la Chabola de la Hechicera. Este enterramiento colectivo, datado en el Neolítico (alrededor del 3.000 a. C.), fue descubierto en 1935 por el aficionado a la arqueología Álvaro de Gortázar, y desde entonces se ha consolidado como un referente del patrimonio cultural de la Rioja Alavesa.

Una estructura funeraria del Neolítico

El dolmen consta de tres elementos principales: túmulo, cámara funeraria y corredor. Originalmente, la construcción tenía unos 32 metros de diámetro, cuatro metros de altura y estaba formada por nueve grandes losas verticales. En el interior se localizaron restos óseos de 39 personas, junto con diversas piezas de ajuar funerario: herramientas de piedra, cerámicas y joyas que hoy se conservan en el Museo de la Sociedad de Amigos de Laguardia.

Este tipo de construcciones megalíticas se utilizaban como lugares de sepultura comunitaria, pero también cumplían una función simbólica y territorial. Los materiales hallados permiten conocer mejor las prácticas rituales y los modos de vida de las comunidades agrícolas que habitaron la zona hace más de cinco milenios.

Dolmen de la Chabola de la HechiceraT. NietoLA RAZÓN

Pese a su origen arqueológico, el dolmen debe su nombre a una leyenda local transmitida durante generaciones. Según testimonios populares, en la madrugada del 24 de junio, fecha próxima al solsticio de verano, los vecinos aseguraban haber oído cánticos o voces en las inmediaciones del monumento, sin que hubiera nadie presente.

Esta circunstancia dio lugar a la historia de una supuesta hechicera que habitaba en la colina. Algunos relatos incluso afirmaban que mirar directamente a la mujer provocaba la petrificación del espectador, quedando convertido en parte de la estructura del dolmen. Aunque carecen de base científica, estas narraciones forman parte del imaginario cultural vinculado a muchos yacimientos prehistóricos en Europa.

Ruta arqueológica en la Rioja Alavesa

El dolmen de la Chabola de la Hechicera forma parte de la llamada Ruta de los Dólmenes, un recorrido por ocho enclaves megalíticos distribuidos entre las localidades de Villabuena de Álava y Kripan. Entre ellos destaca también el dolmen del Alto de la Huesera, donde además se conservan lagares rupestres medievales utilizados para pisar uva, testimonio del desarrollo vitivinícola de la región.

Esta ruta combina el interés histórico con el turístico, y ofrece una perspectiva amplia sobre la evolución de los asentamientos humanos en la zona desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Está señalizada y cuenta con paneles explicativos, lo que facilita su visita tanto por parte de especialistas como del público general. Desde su hallazgo, el dolmen ha sido objeto de estudios arqueológicos y trabajos de restauración. En la actualidad, está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y protegido como parte del patrimonio histórico vasco. Su estado de conservación es notable, y su ubicación en un entorno natural poco alterado favorece tanto su preservación como su integración en actividades culturales y educativas.

El dolmen de la Chabola de la Hechicera es un ejemplo claro de cómo un hallazgo arqueológico puede aportar valor científico, patrimonial y turístico a un territorio. Su combinación de datos históricos contrastados y relatos tradicionales lo convierte en una pieza clave para entender el pasado remoto de la península ibérica. Sin necesidad de grandes reconstrucciones ni artificios, sigue siendo uno de los mejores ejemplos de arquitectura megalítica en el País Vasco.