Hoteles

Dormía siesta y cenaba solo

«PAPA FRANCISCO». A. R. Puente. LIBROSLIBRES. 219 páginas, 18 euros.

Dormía siesta y cenaba solo
Dormía siesta y cenaba sololarazon

El edificio de la Curia donde vivía en Argentina Jorge Mario Bergoglio cuando era el cardenal arzobispo está en la Plaza de Mayo. Desde que fue obispo auxiliar, es decir, desde 2003, él quiso vivir siempre en ese edificio y no en otros lugares más destacados, más amplios o más lujosos en los que podían vivir los obispos.

A un lado de la construcción se encuentra la catedral, que está separada por un parquecito muy tranquilo de unos diez metros de ancho, y al otro ángulo se encuentra la Casa Rosada que es la casa del Gobierno.

El edificio de la Curia fue destruido en 1955. A raíz de un conflicto en el cual los militares navales argentinos bombardearon la Casa Rosada para matar a Perón, fracasando, lo que ocurrió fue que grupos de personas que respondían a algún tipo de autoridades del Gobierno quemaron varios templos importantes del centro de la ciudad. Templos históricos españoles entre los que se encontraba el edificio de la Curia, que fue reconstruido en el año 1957. Actualmente, éste tiene siete pisos y es el lugar en el que están las oficinas del Arzobispado.

Él vivía ahí, pero no recibía visitas en el despacho reservado al arzobispo, el cual se encuentra en el segundo piso, por ser éste demasiado sobrio y demasiado grande, lo que a su parecer denotaba ápices de superioridad. Por ello, recibía en un despacho del mismo piso pero mucho más pequeño. Junto a ese despachito, tenía otra oficina del mismo tamaño que estaba destinada para que trabajasen sus secretarias. Tenía una secretaria por la mañana y otra por la tarde. Las dos se dedicaban a tomar nota de las llamadas y de los recados, aunque la agenda con los movimientos y con los números telefónicos de Jorge la llevaba él personalmente.

El despacho era muy reducido, con una mesa de vidrio en el centro, lleno de estampitas y con tan sólo una fotografía en la que aparecía la imagen de un niño hindú desnutrido.

En el tercer piso estaban sus habitaciones, que fueron las mismas desde que entró allí a vivir como obispo auxiliar. Dormía en una habitación de aproximadamente entre 16 y 18 metros cuadrados, con una cama, y un crucifijo que le trajeron sus abuelos de Piamonte, el pueblo italiano del que eran sus antecesores. Lo que más me llamó la atención de la habitación fue que tenía una estufa eléctrica porque, aunque el edificio de la Curia tenía calefacción, él decía que la calefacción era sólo para cuando la gente estaba trabajando en el lugar, no para utilizarla en exclusiva para su vida privada, por lo que a las 7 de la tarde se apagaba.

La habitación se la arreglaba y limpiaba una mujer una vez a la semana, es decir, Bergoglio se hacía la cama cada día. Comía allí tanto a mediodía como a la cena. Cenaba siempre solo, y a mediodía únicamente comía fuera si era para visitar a familias con algún tipo de problema o necesidad. Se trasladaba en metro o en autobús. Se acostaba durante la siesta porque por la noche dormía escasas cinco horas, ya que se levantaba a las cuatro y media de la madrugada.

Tenía un cuarto de baño al lado de la habitación, y una tercera estancia para guardar sus libros, sus papeles y cosas personales en general. Justo al lado, tenía una capilla pequeñita, también en la tercera planta, para orar entre las cinco y media y las siete y media de la mañana.