Cataluña
El cardenal Sistach pide perdón por los errores cometidos por la Iglesia
El cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha pedido hoy "perdón"por los "errores"que la Iglesia ha cometido "en un pasado más o menos reciente", aunque ha dicho que se necesitan "estudios históricos objetivos"para que este perdón genérico se concrete en hechos del periodo franquista.
Martínez Sistach, que hoy ha presentado en Barcelona su último libro, "Cristianos en la sociedad del diálogo y la convivencia", ha lanzado instantes antes de iniciar la rueda de prensa un tuit en su cuenta personal en esta red en el que dice: "de los errores que los miembros de la Iglesia hayan podido cometer en un pasado más o menos reciente, los obispos humildemente pedimos perdón".
En la rueda de prensa posterior a la presentación del libro y ante las preguntas de los periodistas, Martínez Sistach ha considerado "suficiente"esta demanda de perdón genérica por el periodo de la Guerra Civil y del franquismo "y de todos los tiempos", pero ha matizado que si el perdón debe ser sólo por hechos de la Guerra Civil o el franquismo "harían falta estudios históricos más concretos y objetivos, y esto sólo se podrá hacer con los años".
Martínez Sistach ha recordado que los obispos catalanes ya pidieron perdón en 2005 en un documento pastoral y ha señalado que este perdón "se refiere todos los tiempos, a los más recientes, al periodo franquista y a todos".
Tras recordar que "la Iglesia católica también ha hecho cosas buenas", el cardenal ha dicho: "también es verdad que esta virtud de pedir perdón debería ser más universal, también se hicieron cosas muy graves por parte de otras instancias y el perdón debería ser compartido".
"Es decir -ha añadido el prelado- nos debemos perdonar todos y una vez perdonados darlo por acabado. Si siempre tenemos que pedir perdón no acabaremos nunca".
La polémica y demanda sobre la petición de perdón de la Iglesia por su colaboración con el franquismo surgió a raíz del homenaje que supuso la masiva beatificación de 522 religiosos asesinados durante la Guerra Civil, que se celebró el pasado día 13 en Tarragona.
Martínez Sistach ha recordado que "en la diócesis de Tortosa, en sólo tres días, mataron a 300 capellanes, y no han pedido perdón".
El cardenal no ha aclarado si la próxima reunión de todos los obispos catalanes en la Conferencia Episcopal Tarraconense que se celebrará la próxima semana se abordará algún documento sobre este perdón que exigen algunas organizaciones católicas de base.
Algunos dirigentes eclesiásticos, como el abad de Montserrat, Josep María Soler, o el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, se han mostrado partidarios de que la Iglesia pida un perdón más explícito.
Sobre el pacto del derecho a decidir el futuro de Cataluña en una consulta, documento al que se han adherido más de una veintena de congregaciones y asociaciones católicas catalanas, Martínez Sistach se ha limitado a comentar que "la doctrina social de la Iglesia lo admite"y ha defendido el "diálogo"para conseguir "la voluntad y el deseo de un pueblo".
Aun así, ha señalado que la doctrina social de la Iglesia "admite diversas posibilidades"y ha afirmado que todos los cristianos "tienen sus opciones personales".
Precisamente sobre las relaciones entre la Iglesia y la política, el cardenal se pronuncia extensamente en uno de los capítulos del libro que ha presentado hoy, editado por la Libreria Editrice Vaticana en castellano, catalán e italiano.
El cardenal ha defendido el laicismo del estado, pero no de la sociedad "porque está formada por personas creyentes y no creyentes".
"En las relaciones Estado-Iglesia hay una doble tentación, la del Estado que quiere hacer servir a la Iglesia para llegar a todos los ciudadanos, y la de la Iglesia de hacer servir el poder para llevar a cabo su labor evangelizadora. Pero las tentaciones se tienen que vencer", ha remarcado Sistach.
El cardenal ha reprochado a los representantes políticos que no asisten a las ceremonias religiosas y lo ha comparado con los políticos que asisten al campo del FC Barcelona aunque no les guste el fútbol "porque es un acto de respeto y reconocimiento".
El cardenal también ha presentado hoy la carta pastoral anual, de la que han editado 20.000 copias para repartir en todas las parroquias, en la que pide, entre otras cosas, que "se refresque el lenguaje religioso"y que "la Iglesia no sea una comunidad cerrada", en sintonía con la encíclica del Papa Francisco.
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