Vaticano
El Papa insta a los estados a «repensar» las políticas de migración
En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que se conmemora el 1 de enero.
El papa Francisco afirma que los Estados “están llamados hacer gestos concretos, actos de valentía para con las personas más frágiles de su sociedad, como los encarcelados, los emigrantes, los desempleados y los enfermos”.
En este sentido, pide “repensar” las legislaciones de migración, para que estén “inspiradas” en la “voluntad de acogida”, el respeto de derechos y faciliten la integración.
Así puede leerse en el mensaje redactado por Francisco para la celebración de la XLIX Jornada Mundial de la Paz, que la Iglesia católica celebra el 1 de enero, en esta ocasión con el lema “Vence la indiferencia y conquista la paz”.
En el texto, el Pontífice alerta de que de no respetarse esos derechos, se corre “el riesgo” de “arrastrar a la criminalidad” a los migrantes. “Deseo, además, en este Año Jubilar (en referencia al Año de la Misericordia que arrancó el pasado 8 de diciembre), formular un llamamiento urgente a los responsables de los Estados para hacer gestos concretos en favor de nuestros hermanos y hermanas que sufren por la falta de trabajo, tierra y techo”, agrega.
El mensaje también incluye llamadas directas a superar “la indiferencia” para alcanzar la misericordia a distintos colectivos además de los gobernantes, como las familias, los educadores, los medios de comunicación y los profesionales de la cultura. Y no deja la oportunidad de dar un ‘tirón de orejas’ a la propia Iglesia: “En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia”.
Además, hace “un triple llamamiento para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras que destruyen no sólo las riquezas materiales, culturales y sociales, sino también —y por mucho tiempo— la integridad moral y espiritual; para abolir o gestionar de manera sostenible la deuda internacional de los Estados más pobres; para la adoptar políticas de cooperación que, más que doblegarse a las dictaduras de algunas ideologías, sean respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer”.
Francisco, que nuevamente vuelve a referirse a un contexto de “tercera guerra mundial en fases”, pide sin embargo “no perder la esperanza en la capacidad del hombre de superar el mal”, y trabajar en cuestiones como la lucha contra el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.