Roma
El Papa más dulce
Una estatua de chocolate blanco del Papa Francisco acapara este año la mayor parte de las miradas de los visitantes que acuden a Rute (Córdoba) atraídos por el tradicional Belén de Chocolate que elabora Galleros Artesanos, y que este año ha encontrado una inusitada competencia en la figura papal. Unos 350 kilogramos de chocolate blanco se han empleado en la elaboración de la estatua más dulce de "un papa muy querido", como ha subrayado el maestro chocolatero Jorge Garrido, que no sólo comparte nombre con el pontífice, sino también "la ilusión"que genera entre los visitantes.
"Es una estatua que ilusiona", afirma este maestro chocolatero de una empresa que lleva cerca de un siglo instalada en el municipio de Rute y que cada año dedica entre cuatro o cinco meses a elaborar un belén de chocolate distinto, que este año está inspirado en rincones andaluces.
Según Garrido, "la perfección que tiene el rostro y la mirada"convierte la estatua del papa Francisco en una de las mejores esculturas de la empresa, y también en una de las más reconocidas de su curioso "Salón de Personalidades", en el que hay espacio para la tonadillera Isabel Pantoja, la Familia Real o el presentador Juan y Medio.
No obstante, ninguno hace sombra a Jorge María Bergoglio, según indica Garrido, quien dice ver "caras de satisfacción"entre las personas que se pasan a ver la escultura del pontífice.
Entre los visitantes el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que viajó a Roma hace poco y estuvo hablando con el papa de su estatua "más dulce".
Porque si algo tiene Francisco I es que no deja mensaje sin contestar, y en el caso de la invitación que recibió de Artesanos Galleros, tampoco.
"Ha contestado agradeciendo que nos acordemos de él, y diciendo que le parecía una idea fantástica", dice con orgullo Garrido.
Aunque la campaña de navidad ha sido más tardía este año, Rute sigue recibiendo un chorreo de visitantes a su tradicional Belén de chocolate, que en esta edición ha empleado 1.450 kilos de chocolate negro y blanco en los más de 50 metros cuadrados que ocupa y en los que se recrean diferentes rincones de las provincias andaluzas.
Con un 80 por ciento de chocolate blanco y un 20 por ciento de negro, el Belén cuenta con unas 250 figuritas, unas 70 más que el año pasado, entre las que se encuentran pastores, mercaderes o lavanderas, además de los Reyes Magos y el tradicional misterio.
Todos ellos se mueven por un escenario en el que hay espacio para rincones de Cádiz, con el Gran Teatro Falla, Jerez de la Frontera, con la Plaza de la Asunción, Carmona, con la Puerta de Córdoba, Écija, con la Torre de San Gil, o un barrio entero de Mojácar.
Por parte de Córdoba, no faltan el Castillo del Moral de Lucena, la Fuente del Rey de Priego de Córdoba, un patio cordobés de Rute, que es donde están las figuritas de Jesús, María y José.
Cinco maestros chocolateros han elaborado el Belén durante cuatro meses, montando de forma totalmente manual estas reproducciones, que se construyen soldadas con chocolate caliente, en un proceso en el que la temperatura nunca puede bajar de los 23 grados, puesto que entonces el chocolate se ablandaría.
Y a los visitantes que ansían darle un bocadito al Belén, se les advierte de que no es aconsejable.
"No se podría comer, pero sí que se funde y se hace una gran chocolatada para los niños de los colegios de la comarca", especifica Garrido, que espera para este año un dos por ciento más de ventas en la campaña navideña.
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