Religion
La igualdad, una asignatura pendiente
Manos Unidas alerta sobre la vulnerabilidad de las mujeres que viven en la pobreza
«Vamos a denunciar el círculo infernal en el que se encuentran las mujeres que por causa de la pobreza no tienen capacidad de modificar las estructuras injustas que aúnan tradición, cultura y falta de acción de gobiernos en instituciones, y que someten a las mujeres y a las niñas a privaciones de todo tipo»
«Vamos a denunciar el círculo infernal en el que se encuentran las mujeres que por causa de la pobreza no tienen capacidad de modificar las estructuras injustas que aúnan tradición, cultura y falta de acción de gobiernos en instituciones, y que someten a las mujeres y a las niñas a privaciones de todo tipo». Con esta premisa, la presidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez, presentó la campaña anual de Manos Unidas bajo el lema «No hay justicia sin igualdad», que está basada en el tercero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio formulados por ONU y que busca promover la igualdad de la mujer.
Lo cierto es que la ONG de la Iglesia pudo financiar el pasado año 550 proyectos de desarrollo en 56 países de África, Asia y América, de los que 83 tuvieron como principal destinataria a la mujer. «En Manos Unidas, sabemos que la solución para poner fin a todo esto es la educación», aseguró Suárez, que abogó por «una educación que permita a las mujeres avanzar por el camino del desarrollo». Al acto también acudieron la misionera en África, Nuria Juvanteny, y la representante del Movimiento Salvadoreño de Mujeres, Isabel López. Juvanteny, de las Vedrunas, comentó que «España está viviendo una crisis pero no tiene nada que ver con lo que ocurre en África. Con tan sólo un 10 por ciento de lo que se gasta en armas, el hambre en el mundo y los problemas de los que son víctimas las mujeres se habrían terminado», indicó.
Otro de los principales problemas que Juvanteny quiso que se conociera fue el hecho de la existencia de tráfico de niñas en Togo, donde «las mafias buscan a jóvenes de familias ignorantes y les ofrecen llevarse a sus hijas a otro país prometiéndoles bienestar, una educación y un sueldo para luego utilizarlas como esclavas domésticas».
Juvanteny, que ha trabajado 17 años en Gabón, explicó que estas mafias compran a las niñas por una pequeña cantidad de dinero y las introducen en unas barcas que las trasladan desde países como Togo hasta Gabón, en unos viajes que pueden durar hasta tres meses y en los que las niñas solamente tienen un bocadillo y una botella de agua. Después de sobrevivir a situaciones difíciles y de ver cómo lanzan al mar a las que mueren por el camino, «en Gabón las venden a mujeres con dinero y éstas las mandan al mercado con un cesto cargado sobre la cabeza. Así, en el Congo «más de 600.000 mujeres mueren prácticamente cada semana».
Por su parte, la directora ejecutiva del Movimiento Salvadoreño de Mujeres, Isabel López Guevara, afirmó que en 2012 murieron asesinadas 329 mujeres, una cifra «alarmante», y la mayor parte eran niñas menores. Aunque la cifra se ha reducido en un 50% con respecto a 2011 (628 feminicidios), están convencidas de que muchas de las mujeres que permanecen desaparecidas también han sido asesinadas. Por ello, López destacó la importancia de la cooperación internacional, sin la cual «no podrían llegar a tantas mujeres para trabajar en favor de sus derechos y apoyarlas en los momentos más difíciles y con todas las vulnerabilidades a las que están expuestas».
La presidenta de la ONG consideró además «una vergüenza» la drástica disminución de la Ayuda Oficial al Desarollo, ya que «no sólo se deben dedicar recursos cuando la economía va bien».
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