
Análisis
El Papa, un abanderado del "poder blando"
León XIV se desmarca expresamente de las anteriores generaciones de obispos que trataban de incidir fuertemente más en la agenda política que en la social

¿León XIV enmienda el pontificado de Francisco?
Aunque señala que hay que hacer algunos ajustes en cuestiones como la reforma de la Curia Romana o la organización del sistema económico del Vaticano, el Papa León XIV ha entendido que respecto a las decisiones de Francisco, como de los pontífices anteriores, no hay vuelta atrás. Es más, en sus discursos desde el primer momento ha reivindicado lo más esencial del legado de Francisco, enumerando ante los cardenales los principios fundamentales de Evangelii Gaudium como actualización contemporánea del Vaticano II. Esto despeja las ensoñaciones de los más nostálgicos que quieren ver sepultado el legado de Francisco en el hecho de que Prevost haya rescatado las vestiduras rojas papales o el capelo blanco para protegerse del sol.
¿Es algo así como que “el hábito no hace al monje”?
En el caso de Robert Prevost se puede decir que la sotana blanca no oculta que debajo está muy presente su ser agustino. Se presentó en el primer día tras su elección como “hijo de san Agustín”, esta es su vocación y forma parte de su identidad. Ahora bien, más allá de ser heredero de su tradición espiritual, debe mostrar más lo que ha supuesto para él estar en contacto con tantas realidades en sus visitas a las comunidades agustinas de todo el mundo. Sería interesante que los propios agustinos reivindicaran cómo ha ejercido su liderazgo mientras fue su prior general o explicaran cuáles fueron las decisiones estratégicas durante dos sexenios consecutivos.
Yendo a la entrevista, ¿el Papa arriesga en sus respuestas?
Si bien es cierto que en algún momento puede parecer más espontáneo de cómo se muestra habitualmente, en el fondo está aterrizando y el estilo de papado que propone es de una especie de “poder blando”, el soft power, que es una estrategia clásica de la diplomacia en un mundo que no solo está llego de guerras y conflictos sino que está intensamente polarizado. En este sentido, frente a la polarización ofrece su propio estilo de pontificado en el que espera huir de lo que pudiera ser estridente y curiosamente al analizar su relación con los Estados Unidos se desmarca expresamente de las anteriores generaciones de obispos que trataban de incidir fuertemente más en la agenda política que en la social. Hay que estar atento a la primera encíclica que publique y trace un horizonte más matizado que en las respuestas de la entrevista.
¿Es tan soso como parece?
Es curioso que uno de sus hermanos, en una entrevista, comentaba que al verle parece que ha sido Papa toda su vida porque actúa en las audiencias y en las celebraciones con mucha naturalidad. También en algunas ocasiones se le ha visto emocionado y tiene cierto toque de cercanía con todas las cuestiones deportivas. Ahora bien, por mucho que tenga el bagaje latinoamericano que reivindica de forma inequívoca al defender la sinodalidad; el suyo no va a ser un papado de volantazos ni va remar contra la oposición interna que vaya a encontrar en la Iglesia. Ya se nota que en la entrevista no busca titulares, es como es.
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