Cáncer
El 34 % de las personas con cáncer han sufrido depresión en el confinamiento
El riesgo de infección por Covid-19, las posibles complicaciones de su sistema inmunológico cuando se encuentran en tratamiento o los problemas en la capacidad sanitaria que pudieran interferir con el tratamiento de su enfermedad son las principales preocupaciones de los pacientes con cáncer, según la AECC.
Las consecuencias psicológicas de la pandemia se manifiestan con mayor virulencia en colectivos como el de las personas con cáncer debido a que, al estar comprometido su sistema inmunitario a causa de tratamientos como la quimioterapia, saben que son personas de riesgo para contraer la Covid-19, en su manifestación más grave. Esta certeza, sumada al sufrimiento provocado por su propia enfermedad y a la preocupación añadida de que se les pueda atender del modo adecuado en las circunstancias actuales, motiva que hasta un 34 % de ellos han sufrido depresión y ansiedad durante el confinamiento. En particular, los más susceptibles son los pacientes jóvenes, de entre 18 y 24 años, recién diagnosticados, en situación de desempleo o con ingresos inferiores a los 1.100 euros.
Así lo ha mostrado el informe “Malestar psicológico en pacientes de cáncer durante el confinamiento del COVID-19”, realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) entre el 16 y el 25 de abril y en el que han participado 2.000 pacientes. El estudio ha querido conocer de cerca cómo es el impacto psicosocial que el virus y aislamiento están produciendo en este colectivo. “El objetivo principal era conocer cuáles son sus principales preocupaciones en estos momentos, para poder identificar qué tipo de intervenciones psicológicas y sociales son las más adecuadas para ayudarles”, afirma la responsable del Servicio de Atención Psicológica de la AECC, Carmen Yélamos.
Consecuencias psicológicas
Desde la Asociación auguran que estas consecuencias psicológicas, “derivarán en un escenario de emergencia económica y laboral nunca visto hasta el momento”, debido a la pérdida de empleo. De hecho, hasta la fecha han recibido más del doble de solicitudes de ayudas económicas respecto al año anterior.
El empeoramiento de la situación económica de la unidad familiar, la contaminación informativa y la gestión de la información, el miedo al contagio (propio o de los seres queridos) y los retrasos en las pruebas diagnósticas relacionadas con su enfermedad, son algunas de las cuestiones que influyen negativamente en la salud mental de estos pacientes. De hecho, el 67% de los pacientes aseguró estar muy preocupado por la pandemia, frente al 58,9 % de la población general.
Manejo emocional
Con el objetivo de ayudar a estas personas y sus familiares a gestionar sus emociones y poder enfrentarse a la angustia, la ansiedad y el miedo, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) ha lanzado una guía que incluye información sobre la gestión del dolor, el duelo o la importancia de cuidar al cuidador. En ella se pueden encontrar recomendaciones para adaptarse mejor a la situación actual, como las siguientes:
- Desahogo emocional: aprender a identificar las emociones (¿qué sentimos?) y a preguntarnos dónde las sentimos (nudo en la garganta, rigidez en el cuello, dolor de estómago, entre otras). Conocer y reconocer como nos sentimos es clave para poder aceptarlo, manejarlo y, en caso necesario, cambiarlo.
- Técnicas para el manejo del estrés y la ansiedad, como la relajación muscular progresiva de Jacobson (ejercer tensión mediante la contracción y posterior relajación de los diferentes grupos musculares), la visualización guiada de lugares que evoquen situaciones agradables, el control de la respiración o la denominada “hora negra”, que consiste en concentrar todos los pensamientos rumiantes u obsesivos en una hora del día, en la que puedas desahogarte libremente.
- Control de pensamientos irracionales, en la que la primera recomendación es evitar la sobre-información, y mantenerse distraído la mayor parte del tiempo con actividades placenteras.
- Pautas de higiene de sueño. Los problemas relacionados con el sueño están siendo unos de los más habituales y globales de esta pandemia, pero se recrudecen aún más en el caso de personas con alguna vulnerabilidad real.
- Técnicas de reestructuración cognitiva, como la “parada de pensamiento”, habilidades de comunicación (para mantenerse conectados “emocionalmente” con sus seres queridos), pautas para manejar la información o técnicas para establecer y mantener sus rutinas, entre muchas otras.