El Gobierno rechaza explicar el sobreprecio pagado a empresas chinas por batas desechables

El Gobierno ha respondido con evasivas a una pregunta sobre la compra de materiales durante la crisis formulada por el Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados.

La formación de Santiago Abascal inquiría en concreto al Ejecutivo sobre los criterios seguidos en la adquisición de batas desechables y otros productos a empresas chinas en detrimento de las compañías españolas, que los fabricaban mucho más baratos.

Según Vox, “el Gobierno de la Nación está realizando compras de urgencia sin ningún criterio económico, además de en perjuicio de la propia economía nacional, o al menos así se deriva de los contratos de compra celebrados por el Ejecutivo en los últimos días”.

En la exposición de motivos de la pregunta, este grupo parlamentario aseguraba que “resulta fácil de apreciar la gran diferencia de precio por unidad en los pedidos realizados a compañías españolas y aquellos realizados a compañías internacionales, concretamente, chinas.

El Real Decreto 7/ 2020, de 12 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes para responder al impacto económico del Covid-19, otorgaba la potestad al Ejecutivo de celebrar contratos mediante el mecanismo de emergencia, hecho éste que ha puesto de relieve una verdadera discrecionalidad infundada en las compras del Gobierno”.

Citaba en concreto la compra de una partida de batas desechables a empresas chinas, de la que ya informó LA RAZÓN, 66 veces más caras que las adquiridas a compañías españolas. Por ejemplo, el precio de cada bata de la empresa Medline International Iberia, S. L., era de 0,3263 euros, y la de Suministros Hospitalarios, S.A., 0,27. Las de China National Instruments y Wihai Textile Group costaron entre 12,88 y 18,50 euros.

Ante ello, Vox preguntó qué criterios siguió el Gobierno para acometer las compras, si existía algún procedimiento interno para realizarlas que exigía solicitar presupuesto de más de una empresa, y si el Gobierno está tratando de favorecer a la economía nacional.

La respuesta no concreta nada. En ella, el Ejecutivo se limita a decir que “se adoptan medidas para asegurar la calidad de los suministros realizados por el Ministerio de Sanidad tanto en origen como en destino” o “se realiza una validación técnica de la documentación del producto antes de la adquisición o, en su caso, de la aceptación de la donación. Para ello se cuenta con los organismos competentes en productos sanitarios y en equipos de protección individual”.

La réplica remite a la web de la plataforma de contratación del Estado y subraya genéricamente que “impulsar la ampliación de la producción nacional de equipos y productos sanitarios es una tarea compartida entre el Ministerio de Sanidad, en concreto la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, a quien corresponde la homologación, y del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, quien concede la autorización”. Del sobreprecio pagado a las empresas chinas por las batas, ni palabra.