Ejercicio

Pasar la «ITV» al corazón del atleta, esencial también en amateurs

Este órgano se dilata y se hipertrofia para poder cumplir con la alta demanda de aporte de oxígeno

Los expertos recomiendan revisarse el corazón tanto si va a empezar a hacer deporte como si lleva ya tiempo practicándolo
Los expertos recomiendan revisarse el corazón tanto si va a empezar a hacer deporte como si lleva ya tiempo practicándoloDreamstimeLa Razón

El corazón del atleta se dilata y se hipertrofia para poder cumplir con la alta demanda de aporte de oxígeno que se produce durante esfuerzos de elevada intensidad. Y no sólo sucede en deportistas de élite, también entre amateurs. Máxime cuando en la última década, el ejercicio físico de alta intensidad se ha disparado entre la población general. Con el fin de prevenir y diagnosticar potenciales enfermedades cardiovasculares, los expertos alertan de la importancia de la resonancia cardíaca también entre deportistas amateurs.

«El corazón es el “motor” del cuerpo humano. Si falla, las consecuencias pueden ser fatales. Pero a diferencia de otras enfermedades como las traumatológicas (lesiones de articulaciones como la rodilla o tobillos) o las de la espalda que suelen manifestarse de forma temprana con dolor, algunas enfermedades del corazón pueden pasar desapercibidas hasta fases muy avanzadas de la enfermedad», explica el Dr. José Antonio de la Chica, especialista en Imagen Cardíaca del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Málaga, dirigido por el doctor Antonio Esteban.

Las adaptaciones que sufren el corazón para poder cumplir con su función no depende de si el deportista es profesional o no, sino «de la intensidad del mismo». De ahí que sea tan transcendente hacerse «una “ITV” del motor del cuerpo humano, es decir una revisión del corazón que incluya básicamente además de la anamnesis y exploración, un electrocardiograma, una ergometría o prueba de esfuerzo y una ecocardiografía», precisa.

Con esta revisión se pueden des-enmascarar enfermedades silentes que pueden desembocar en la muerte súbita precipitada por la práctica deportiva de alta intensidad. Así, «el electrocardiograma puede ponernos sobre la pista de las enfermedades genéticas del propio músculo cardíaco, al tiempo que nos excluye o confirma la presencia de alteraciones del sistema eléctrico del corazón que es a la postre, la causa más inmediata que desemboca en muerte súbita», detalla. «Pero es importante valorar ese mismo electrocardiograma en máximo esfuerzo –prosigue– y comparar su trazado con el de reposo». Con esta prueba de esfuerzo (ergometría), los médicos pueden descartar la presencia subyacente de ateroesclerosis coronaria y por tanto de un eventual infarto de miocardio durante la práctica deportiva si no se producen cambios entre la señal eléctrica del reposo al esfuerzo.

Dr. José Antonio de la Chica, especialistaen Imagen Cardíaca del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Málaga
Dr. José Antonio de la Chica, especialistaen Imagen Cardíaca del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud MálagaQuirónsalud

Con la ecocardiografía, observan «la forma del corazón, como se mueve, la fuerza de su latido y su capacidad de relajación. El corazón actúa no sólo como bomba, sino también como recipiente que alberga la gasolina de nuestro sistema cardiovascular, que sería la sangre que debe aportar la suficiente cantidad de oxígeno al sistema musculo-esquelético involucrado en el ejercicio y al resto de los sistemas y aparatos del cuerpo humano. La ecografía nos enseña cómo funcionan las válvulas cardíacas que tienen la función de abrir y cerrar compuertas para que la sangre llegue y salga del corazón de forma organizada y siempre hacia adelante. Nos permite medir el tamaño de los grandes vasos como la arteria aorta, la pulmonar, etc. e identificar las enfermedades de envoltura protectora del corazón, el pericardio», precisa De la Chica. Por eso, es imprescindible contar con especialistas en resonancia magnética cardíaca que puedan interpretar correctamente esta prueba que es el gold standard de las enfermedades del músculo cardíaco y con la que el deportista podrá realizar su ejercicio físico con total tranquilidad. Algo clave, ya que la incidencia de muerte súbita es más alta entre deportistas que en no deportistas. Por eso, algunas competiciones populares requieren un certificado cardiológico. «Un estudio reciente que recogía las causas de muerte súbita en el deporte en 25 provincias de España entre 2010 y 2017 reveló que un elevadísimo porcentaje de las 288 muertes registradas se produjo en amateurs en edades cercanas a los 40 años. El ciclismo, el fútbol y el ''running'' fueron las disciplinas recreacionales más castigadas por la muerte súbita. Los deportistas profesionales están correctamente revisados. Sin embargo, los datos muestran que los recreacionales están más expuestos a sufrir eventos cardíacos fatales que se podrían haber evitado con una revisión cardiovascular previa», recuerda.

¿Con qué frecuencia?

«Si el ejercicio es moderado y no competitivo, recomendaría una revisión cada tres o cinco años. Pero si involucra competición de alta intensidad o si el deportista evoluciona a rendimientos más demandantes, aconsejaría hacerla cada año», afirma el doctor De la Chica, que recomienda también hacerse un análisis de sangre. También es importante cuidar lo que comemos: «La mejor dieta es aquella que combina la ingesta balanceada de hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables. Las dietas basadas en evitar las grasas e hidratos de carbono para centrarse exclusivamente en proteínas, no asocian mejor rendimiento deportivo».