Sanitarios

“2021 será un año muy duro y necesitamos más enfermeras en mejores condiciones para luchar contra la pandemia”

El sindicato de enfermería Satse exige a todas las administraciones que refuercen las plantillas

Trabajadores sanitarios se concentraron el pasado día 30 de diciembre ante el hospital de Santiago de Vitoria
Trabajadores sanitarios se concentraron el pasado día 30 de diciembre ante el hospital de Santiago de VitoriaJon Rodríguez BilbaoAgencia EFE

El sindicato de enfermería Satse ha advertido que 2021 seguirá siendo un año especialmente duro y difícil para las enfermeras, enfermeros, y fisioterapeutas al tener que seguir enfrentándose a la Covid-19, por lo que ha exigido a todas las administraciones competentes que hagan realidad sus compromisos de reforzar las plantillas, mejorar sus condiciones laborales y propiciar entornos laborales más seguros de cara a poder atender y cuidar a los pacientes y a la ciudadanía con mayor calidad y seguridad.

Tras un año de grave crisis y colapso sanitario a consecuencia de la expansión de la Covid-19, Satse subraya que el comienzo de la vacunación no debe llevar en modo alguno a considerar que la lucha contra esta grave enfermedad está ganada y, por tanto, volver a dejar de lado las numerosas necesidades que tiene nuestro sistema sanitario para garantizar una atención segura y de calidad tanto a los pacientes COVID-19 como a los que sufren cualquier otra enfermedad o problema de salud.

Por ello, y de cara al nuevo año, la organización sindical intensificará sus acciones reivindicativas para lograr que todos los servicios de salud cuenten con el número suficiente y adecuado de enfermeras y enfermeros, como así se han comprometido los partidos políticos en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de nuestro país.

Para ello, y además de esperar en próximos meses la posible aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente impulsada por este sindicato, una vez que ya ha sido tomada en consideración en el Pleno de la Cámara, Satse insiste en la necesidad de poner en marcha un ‘Plan de Retorno y Estabilidad’ para estos profesionales, así como un aumento progresivo de las plazas universitarias de los estudios de Grado de Enfermería.

Asimismo, el sindicato considera absolutamente imprescindible mejorar las condiciones laborales de un colectivo profesional que tiene una elevada tasa de temporalidad y precariedad, y plasmar el reconocimiento que se merecen en la recuperación de derechos laborales perdidos en los años de crisis y aún pendientes, como la jornada semanal de 35 horas o un aumento de sus salarios.

De otro lado, la organización sindical reclama medidas eficaces, conjuntas y coordinadas en todo el Estado para propiciar entornos laborales seguros y evitar así los riesgos de todo tipo que sufren en su actividad diaria (biológicos, químicos, psicosociales, físicos…), entre ellos las agresiones físicas y verbales por parte de pacientes y familiares.

La incorporación de las enfermeras y enfermeros en otros ámbitos que no son los asistenciales, como son los centros escolares, es otra de las demandas que Satse seguirá pidiendo para que haya una enfermera/o, al menos, en cada colegio o instituto de nuestro país para que puedan atender, cuidar, formar y educar en salud a niños, niñas y jóvenes. El sindicato confía en que se propicie el avance y desarrollo ya iniciado en varias comunidades autónomas y que 2021 sea el año de la consolidación de esta justa y necesaria demanda en todos los centros escolares.

Por otra parte, el sindicato espera que en 2021 se culminen todos los protocolos y guías prácticas necesarias para que las enfermeras y enfermeros puedan indicar, usar y autorizar la dispensación de medicamentos, como así establece el RD de prescripción enfermera, y que todas las autonomías ya las hayan acreditado para hacerlo, al igual que confía en que se realice la prueba de la evaluación de la competencia de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria en el menor tiempo posible tras años de espera.

Por último, Satse recalca la urgencia de propiciar el traspaso de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas, ya que según ellos eso mejoraría las condiciones de los enfermeros que atienden a las personas privadas de libertad. Y también demandan que el Ministerio de Sanidad cree un Observatorio de la Imagen de la Mujer en sanidad para acabar con los estereotipos sexistas y de todo tipo que todavía atentan contra su dignidad personal y profesional.