Vacunación

Así hay que comer para atenuar los efectos secundarios y mejorar la inmunidad

Tomar Frutos secos, kéfir, frutas y verduras mejora la microbiota intestina y el sistema inmune

Tener buenos niveles de vitaminas como la D o la E, así como minerales como el zinc y el selenio, se relacionan con una mejor respuesta a las vacunas
Tener buenos niveles de vitaminas como la D o la E, así como minerales como el zinc y el selenio, se relacionan con una mejor respuesta a las vacunasDreamstimeDreamstime

La ansiada vacuna frente a la Covid-19 es la herramienta más eficaz para dejar atrás la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el «peaje» que debemos pagar es, en la mayoría de los casos, pasar un par de días con picos de fiebre, dolor de cabeza y malestar generalizado con dolor muscular.

A tenor de las demostradas ventajas, este precio parece más que merecido, aunque es posible atenuar todos esos efectos secundarios habituales con una alimentación saludable, es decir, a través de «una dieta rica en minerales y vitaminas que podemos encontrar en alimentos tan sencillos como los frutos secos o el kéfir que benefician nuestro sistema inmune y a su vez mejoran la respuesta ante posibles efectos secundarios», asegura Lucía Redondo, doctora en ciencias y dietista-nutricionista del Hospital La Salud de Valencia, quien recuerda que «sabemos que en personas mayores inmunodeprimidas la respuesta al suero es algo menor que en el resto de la población y la hipótesis que gana más terreno es el deterioro progresivo de la microbiota intestinal que se produce con el paso de los años.

De hecho, hay estudios que muestran que, si tomamos antibióticos antes de la vacuna, lo que altera enormemente la flora intestinal, se genera una menor respuesta inmune y una mayor inflamación. Y no son los únicos, pues sabemos que un déficit en vitaminas, como la E y la D, y de minerales, como el zinc, presente en mariscos, y el selenio, podría limitar la eficacia de la vacuna frente a la Covid-19, al igual que se ha demostrado con otros sueros como la influenza, la polio o la hepatitis B».

¿Cómo se logra ese objetivo? Pues la respuesta es clara: «Lo mejor es mantener una alimentación variada, equilibrada y sana, basada en frutas y verduras, con aporte de pescado, huevos y lácteos como es el patrón de dieta mediterránea», asegura Francisco Botella, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), quien aconseja que, «ante la reacción pseudogripal que se puede producir en algún caso tras la vacunación es importante asegurar la hidratación, y una buena forma es con frutas en zumos, por su aporte de vitaminas y antioxidantes.

Menos ultraprocesados

Otra opción son los lácteos, por su facilidad para tomar y su aporte nutricional. Y pese a que la reacción nos dé una sensación de plenitud, mareo o malestar, debemos asegurar la toma de alimentos variados y nutritivos. Por ejemplo, es mejor beber un batido o zumo de frutas preparado al momento que bebidas azucaradas». Y en esa idea también coincide Redondo, quien insiste en que «es imprescindible no tomar alimentos ultraprocesados, ya que alteran la microbiota».

Precisamente para mejorar la composición de las bacterias intestinales, Redondo recomienda consumir «cinco raciones de frutas y hortalizas al día, pues aportan buenas dosis de fibras fermentables, vitaminas, minerales y compuestos fenólicos que ayudan a mejorar la microbiota y el sistema inmunitario. Adicionalmente, los alimentos fermentados como el kéfir, el yogur, el chucrut o la kombucha, a ser posible natural, son grandes aliados de nuestros microbios intestinales, sin olvidar frutos secos como las nueces, que aumentan el aporte de selenio».

Aunque según advierte Botella «la clave está en mantener un patrón dietético saludable todo el año y no intentar hacer una detoxificación los días previos a la vacunación», lo cierto es que Redondo sí aconseja preparar el cuerpo para recibir la vacuna y «aumentar la ingesta de alimentos fermentados, o si se prefiere tomar probióticos, desde unas tres semanas antes de la vacunación y también posteriormente, pues eso nos aportará microbios saludables que nos harán más fuertes para tener menos secuelas».