Pediatría
Realidad virtual para frenar la ansiedad de los niños en el médico
Ver en imágenes y de forma amable el entorno baja el estrés previo a la consulta
Ir al médico puede, en ocasiones, resultar una experiencia estresante, más aún si el paciente es un niño. Y si la visita se hace en medio de una pandemia mundial los niveles pueden dispararse. Por eso no es de extrañar que en los últimos meses se haya producido un incremento en la ansiedad de los menores: «Hay un gran aumento de procesos ansiosos en los niños. Por miedo a la enfermedad, miedo a la pérdida de personas queridas, miedo a no poder hacer las actividades que les gustan y estaban acostumbrados, y al revés, niños que confinados en casa, ahora tienen miedo a salir y a relacionarse y que han perdido las habilidades sociales», asegura Marta de Quixano, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital El Pilar, de Barcelona.
El caso es que muchos pequeños acuden al médico con angustia o ansiedad, ya sea porque no conocen qué va a pasar o por alguna mala experiencia. ¿Hay algo que se puede hacer para tratar de minimizar este efecto? De eso se encarga el proyecto impulsado por Nixi for Children, que les ayuda a sentirse mejor y a reducir su miedo gracias a unas gafas de cartón diseñadas especialmente para realidad virtual en las que se inserta un teléfono móvil.
En el Servicio de Pediatría del Hospital El Pilar lo usan desde hace tiempo y «la valoración es muy positiva. A través de las imágenes en realidad virtual ven de una forma amable el entorno en el que se encuentran y saben lo que pasa en las consultas. También entras de lleno en el terreno tecnológico de los niños y eso les encanta, y se mantienen entretenidos no imaginando “cosas horribles” que van a suceder».
De la misma manera opina Gonzalo Pin, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia: «Nuestra experiencia es en general muy positiva con las gafas virtuales. El tiempo nos ha enseñado a seleccionar mejor los pacientes en los que su uso es más eficaz y facilita su atención sanitaria. Hemos pasado de un empleo indiscriminado a uno más selectivo por edad y tipología de los niños. En ese sentido es Enfermería, especialmente, el personal que realiza el triaje a la llegada de la familia quien selecciona, en consenso con el pediatra, el tipo de ayuda que esa familia necesita para conseguir el objetivo de unas urgencias pediátricas con el menor dolor posible. Esta ayuda desde el uso de las gafas, el de sistemas de distracción (mariposas que vibran en el brazo del niño, tabletas…) a tratamiento local (pomadas analgésicas) o terapia general con fármacos de rápida acción y altísima seguridad. Es decir, el planteamiento de atención al dolor y la ansiedad conlleva tanto medidas farmacológicas como no farmacológicas».
¿Cuáles son las situaciones más estresantes?
Y es que una cuestión importante es conocer las circunstancias que generan más ansiedad en los pequeños. Entre ellas destaca «la posibilidad de que “les pinchemos”. Muchos al entrar en la consulta es lo primero que preguntan “¿toca pincho?” ‚”¿toca vacuna?”», cuenta De Quixano.
Por ello ya se utiliza esta estrategia en las vacunas de calendario vacunal infantil y, ahora que parece se va a empezar a inmunizar a los menores de 12 años contra la Covid-19, también se podría usar. «Evidentemente, no “podrían emplearse” sino que se emplean como en cualquier otra área de la medicina pediátrica. Baste recordar que en bebés está muy extendido el uso de la ‘’tetanalgesia’’, es decir, vacunar al lactante mientras esta mamando de su madre o succionando. El manejo del dolor pediátrico es un derecho para cada uno de los niños y forma parte del arsenal terapéutico pediátrico actual», asevera Pin.
Ante el éxito obtenido ya se piensa en otras aplicaciones: «Se plantea ampliarlo a otras áreas de la atención pediátrica: ingresos y cirugía. Otra opción sería que pudiera acceder a estas informaciones pediátricas dirigidas a los niños desde la página web», concluye De Quixano.
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