Sanidad

Equipos personalizados para mejorar la atención en urgencias

En el Hospital Quirónsalud Córdoba cada paciente tiene un grupo de profesionales asignado durante su estancia

Atención en urgencias
Atención en urgenciasQuirónQuirón

Una atención más cercana, cálida y personalizada. Ese es el objetivo del servicio de atención en Urgencias puesto en marcha recientemente en el Hospital Quirónsalud Córdoba. Gracias a esta iniciativa cada paciente cuenta con un equipo médico y una enfermera de referencia con el fin de contar con cuidados personalizados durante toda su estancia en este servicio, que le informa asesora y ayuda en todo momento, resolviéndole las dudas tanto al enfermo como a su familiar.

Este nuevo sistema facilita la estancia del paciente en urgencias, al tener siempre un referente asistencial. El mismo equipo le atiende en todo momento, lo que repercute muy positivamente en el paciente.

A su vez, la relación médico-enfermera-paciente se fortalece al ser atendido siempre por el mismo equipo asistencial, creándose de este modo un vínculo de confianza que favorece el cuidado y la atención de los pacientes, por los que se ha implantado este sistema.

«Se trata de un modelo de organización basado en un proceso de asignación primaria en el que a cada paciente se le destina una enfermera responsable de todos sus cuidados sanitarios, dejando atrás un modelo de gestión por tareas en el que la responsabilidad recae sobre varias enfermeras sin que exista un referente claro para el paciente, su familia y el equipo sanitario», explica Aránzazu Escalante González, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Córdoba.

«Debe comprenderse –prosigue Escalante– como una estructura organizativa que permite la expresión de un cuidado humanizado. De esta manera, la responsabilidad de la toma de decisiones sobre los cuidados de un paciente recae en una única enfermera, su enfermera referente, que debe diseñar el plan de cuidados con el paciente y su familia y la colaboración con el médico responsable durante todo el proceso, desde su entrada en urgencias hasta que reciba el alta» hospitalaria.

Esto posibilitará que el equipo referente enfermera-médico, pueda desarrollar una respuesta individualizada adecuada a las necesidades urgentes del paciente, estableciéndose un vínculo estable que permita una relación terapéutica y favorezca la continuidad de cuidados.

Los resultados que están obteniendo en el hospital desde la puesta en marcha, el pasado mes de agosto, de esta iniciativa, están relacionados con el aumento de la satisfacción por parte del paciente, la reducción de tiempos de espera y el incremento de la información y asesoramiento continuado, así como también una mejora en la calidad percibida.

Más ágil

Además, gracias a este iniciativa, enmarcada en el Plan de Humanización de Urgencias del Hospital Quirónsalud Córdoba, «se reducen los tiempos de espera debido a que, una vez que se asigna el paciente al equipo médico-enfermera, la atención se realiza de manera proactiva y no a demanda. La enfermera se responsabiliza de minimizar al máximo los tiempos de espera para la llegada de resultados de pruebas diagnósticas, el ingreso en otras unidades o el alta a domicilio, entre otros factores», asegura Escalante.

Pero, ¿le atiende siempre el mismo equipo independientemente de si el paciente acude a urgencias por una alergia, un accidente de coche o por un posible ictus? «La asignación primaria al equipo enfermera-médico, se realiza por paciente y no por procesos, por lo que no influye el motivo de consulta. Dentro de ese plan de cuidados integral e individualizado del que hablábamos, se realiza, entre otras acciones, la derivación al especialista en caso necesario. El equipo se adapta a las necesidades del paciente en función de su demanda», detalla la directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Córdoba.

De este modo, no sólo no se alarga el tiempo que el paciente pasa en urgencias, sino que este se acorta «porque la atención del especialista se realiza in situ y en consulta única», precisa Escalante González.

«Es decir, el paciente recibe el alta desde el servicio de urgencias tras ser valorado por el especialista en caso necesario y con las pruebas diagnósticas realizadas, un diagnóstico definitivo y el tratamiento para su demanda, por lo que disminuye mucho el tiempo de resolución de su proceso y mejora la satisfacción del paciente, ya que no necesita solicitar las primeras citas con los especialistas ni esperar para recibir el tratamiento que requiera para su problema», concluye la directora de Enfermería.

¿Menos agresiones?

Esta iniciativa podría, a su vez, reducir las agresiones verbales y físicas hacia los profesionales sanitarios. «Es uno de los indicadores que vamos a medir para su evaluación», avanza Escalante. En todo caso, todo apunta a qué será así, ya que «se trata de un sistema en el que la relación terapéutica de ayuda que se crea con el equipo de referencia es muy cercano durante toda la estancia en el servicio de urgencias. El paciente se dirige en todo momento a su equipo, quién ha diseñado un plan de cuidados personalizado en función de su demanda, ayudándole a tomar decisiones sobre su proceso de salud, solventando cualquier tipo de duda y ofreciéndole el mejor de los cuidados adaptado a sus necesidades», precisa. De hecho, «esta atribución de responsabilidad en la planificación y seguimiento de sus cuidados es valorada por el paciente y sus familiares de manera muy positiva», añade.

Algo clave, ya que el Observatorio Nacional de la Organización Médica Colegial registró 441 agresiones a médicos durante 2020. Y el Observatorio Nacional del Consejo General de Enfermería (CGE) detectó al menos 1.657 agresiones a enfermeros, 185 más que el año anterior (un 12,5%), y ello pese al confinamiento.