Pandemia

España debe ponerse en guardia porque el virus vuelve a irrumpir

Durante el verano fallecieron más de 5.000 personas en España. Ahora puede ocurrir lo mismo.

Grupos de comensales sentados en una terraza de un establecimiento
Grupos de comensales sentados en una terraza de un establecimientoMarta Vázquez RodríguezEuropa Press

Una de las lecciones principales que nos ha dejado la pandemia de Covid es que no hay que bajar nunca la guardia porque el virus elige cualquier momento para reaparecer. Al final de la cuarta ola se lanzaron las campanas al vuelo mientras cundían los mensajes políticos que abrazaban la nueva normalidad. Semanas después de que las mascarillas fueran eliminadas en los espacios al aire libre, los contagios crecieron, arrojando un balance demoledor: durante el verano fallecieron más de 5.000 personas en España. Ahora puede ocurrir lo mismo.

Después de caer en picado, la curva epidemiológica muestra signos de estabilización y ha empezado a crecer incluso en varias comunidades. El frenazo en la caída de las infecciones podría entrar dentro de la lógica porque el suelo ya está muy cerca y aún queda una pequeña fracción de la población sin las dos dosis. Sin embargo, la experiencia internacional empieza a ser inquietante. La OMS ha detectado un aumento del 7% de los casos de Covid en una semana en Europa, y en el Reino Unido los médicos demandan ya la vuelta al uso de las mascarillas en interiores y del teletrabajo, al multiplicarse los contagios. Algo similar ocurre en Rusia, país muy golpeado por el virus. España debería abandonar por ello los mensajes triunfalistas y ponerse de nuevo en guardia. No es de recibo que se dé otra vez por vencido al SARS-CoV-2. El impacto de una nueva variante o de una mutación de la Delta combinado con la gripe puede volver a llenar los hospitales. Y ante ello no cabe relajación alguna. No se entiende por ello el levantamiento de restricciones autonómicas ni que Sanidad y consejerías espacien los plenos del Interterritorial.