Regalos tecnológicos
¿Cómo influye el «vamping» en la salud de los menores?
La mitad de los niños incluye pantallas en su lista de deseos y tres de cada diez obtiene una antes de los cuatro años
Después de un año esperando, y a pesar de que la pandemia de la Covid-19 sigue siendo la protagonista de todas las portadas, los Reyes Magos ya han dejado los ansiados regalos en la casa de los españoles. Y en la mayoría de ellas, probablemente, ha incluido algún regalo digital, incluso para los más pequeños. Lo cierto es que resulta imposible permanecer alejado a las nuevas tecnologías, sobre todo en unas nuevas generaciones que han nacido casi con un teléfono móvil y una tablet bajo el brazo. Sin embargo, esos regalos tecnológicos pueden resultar muy dañinos para la salud de los menores, ya que los expertos alertan de que cada vez más son las pantallas y su uso indiscriminado durante la noche las culpables de mantener despierto a los hijos y también a los padres.
Esta situación tiene nombre propio: el «vamping», que viene de mezclar las palabras «vampiro» y «texting», y que consiste en ocupar horas de sueño usando un dispositivo electrónico durante la noche. Se trata de un problema cada vez más presente en nuestra sociedad, ya que 2 de cada 3 padres y madres piensan que sus hijos podrían estar haciendo «vamping». Además, un 73% de padres y madres cree que el consumo de dispositivos electrónicos, especialmente por la noche y antes de dormir, puede afectar negativamente a la salud ocular de sus hijos, pues hay que tener en cuenta que el consumo de pantallas que se realiza en el «vamping» se hace en condiciones de baja luminosidad, en interior y a corta distancia.
Ante esta realidad y en una navidad cada vez más digital, en la que 1 de cada 2 niños incluye pantallas en su lista de deseos y 3 de cada 10 obtiene una antes de los 4 años, parece obvio que los dispositivos digitales se están convirtiendo en los nuevos monstruos nocturnos que no dejan dormir a los menores de edad, tal y como reza la última campaña de Multiópticas, que bajo su relato en salud ocular Screen Pollution, busca hacer una llamada de atención, principalmente a padres y madres, sobre la importancia de usar las pantallas de manera responsable. Tal y como asegura Carlos Crespo, director eneral de Multiópticas, «la iniciativa ‘Nuevos Monstruos’ intenta concienciar porque los datos del estudio titulado ‘‘Vamping’' realizado por Multiópticas revelan que se trata de un fenómeno desconocido para muchos padres, pero sin embargo es una realidad que cada vez está más asentada en los hogares».
Secuelas psicológicas
«El “vamping” conlleva la dificultad en la conciliación del sueño, ya que la luz de la pantalla engaña a su cerebro haciéndoles creer que es de día y no segrega melatonina, la hormona que nos induce el sueño. Todo ello afecta a su descanso y, por tanto, disminuye su rendimiento escolar, así como produce fatiga visual por lo que se recomienda no usar pantallas dos horas antes de irnos a dormir para evitar el insomnio tecnológico. Dormir es tan esencial como alimentarnos de manera saludable. Tener un sueño reparador por la noche nos permite regenerar nuestro cuerpo, que asentemos los conocimientos aprendidos durante el día y mejorar nuestro estado de ánimo fundamental para nuestros hijos y esencial para su crecimiento», asegura Alicia Banderas, psicóloga experta en adolescencia e infancia.
Los padres, un mal ejemplo
En concreto, según datos del estudio «Vamping» de Multiópticas, casi 9 de cada 10 padres y madres dirían que les preocupa el tiempo que sus hijos e hijas dedican a las pantallas. Sin embargo, más de 6 de cada 10 padres reconoce que alguna vez ha hecho vamping.
Los datos resultan demoledores, ya que hoy en día, 8 de cada 10 niños y niñas tienen acceso a pantallas a la hora de acostarse. Pasando una media de casi 3 horas diarias mirando una pantalla (PC, Móvil, TV, Tablet, etc.), de las cuales, 35 minutos de media se destinarían a hacer «vamping» con un dispositivo antes de acostarse. Además, 9 de cada 10 padres y madres son partidarios de limitar de alguna manera el uso de este tipo de dispositivos, ya que un 73% cree que este fenómeno afecta negativamente a la salud ocular.
¿Cómo actuar?
-Evita que duerma en la misma habitación que sus dispositivos electrónicos: dejándolos fuera nos aseguraremos de que no tengan la tentación de usarlos mientras dormimos.
-Asegúrate de que dejan de usar las pantallas 2 horas antes de irse a dormir para evitar el efecto de la luz azul sobre la melatonina, que es lo que les mantiene despiertos.
-Ojo, que la tele también se considera vamping. Muchos padres tratan de adormecer a sus hijos e hijas poniéndoles la tele... ¡Pero eso solo les despierta más!
-Si se desvelan no les dejes usar pantallas. Aunque sea una forma de que dejen de dar la lata solo va a hacer que el “monstruo” crezca.
-Enséñales una buena higiene del sueño. Que nuestros hijos aprendan y practiquen unos buenos hábitos del sueño es clave para que no caigan en las garras del vamping.
-Cuéntales un cuento o habla con ellos antes de que se vayan a dormir. Leerles un cuento o comentar qué tal han ido vuestros días es beneficioso para conciliar el sueño.
-Y probablemente el consejo más importante: Predica con el ejemplo. Aunque suene chocante, hay más adultos que sufren de vamping que niños o adolescentes. Somos el principal referente de nuestros hijos y es normal que imiten nuestros comportamientos. Por ello, concienciarnos y trabajar en que nuestro uso de las pantallas sea responsable puede ser la mejor estrategia para combatir el vamping de nuestros hijos e hijas.
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