Estudio

Radioterapia: una nueva forma de tratar infecciones localizadas

►Un equipo del Quirónsalud reduce el quiste parasitario de una paciente que no respondía a los antibióticos. Las cirugías no le quitaban el dolor y la siguiente opción era extirpar la pelvis

Planificador en 3D de tratamiento de radiación. En rosa, el quiste hidatídico localizado en la pelvis
Planificador en 3D de tratamiento de radiación. En rosa, el quiste hidatídico localizado en la pelvisLa RazónLa Razón

La radioterapia es un tratamiento primordialmente oncológico, pero en determinados casos resulta eficaz en el tratamiento de infecciones localizadas. Así lo ha demostrado recientemente el equipo de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, que ha utilizado radiación ionizante para tratar a una paciente que presentaba una infección encapsulada por equinococo en la cadera y que no respondía a los tratamientos antibióticos habituales.

La mujer estuvo bastante tiempo afectada por esta zoonosis causada por el parásito Echinococcus granulosus –la tenia del perro– que le derivó en un quiste hidatídico producido por las larvas enquistadas. La enfermedad parasitaria le causó dolor y pese haber sido intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones y sometida a un tratamiento sistémico con albendazol no mostró remisión alguna.

Ante el aumento del tamaño de la infección, la siguiente opción terapéutica era la extirpación de la pelvis, una cirugía muy agresiva. «Antes del inicio de las sesiones realizamos una tomografía computarizada de simulación que completamos con una resonancia magnética y un PET-TC para delimitar con exactitud el perfil de la lesión y las estructuras que debíamos irradiar. Administramos 27 sesiones y una dosis total de 54 Gy. Después de todas las sesiones, la paciente mostró una disminución del tamaño de la lesión y una desaparición del dolor», explica la doctora Marina Peña Huertas, médico adjunto del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

El caso clínico, que ha sido publicado en «International Journal of Infectious Diseases», muestra que la radiación puede ser un tratamiento útil para el tratamiento de infecciones localizadas resistentes a otras terapias. En el caso de los quistes hidatídicos es una opción que se debe considerar si no responde a los tratamientos convencionales debido a que el equinococo se encapsula formando quistes.

Normalmente este parásito infecta al hígado, el pulmón o el cerebro. «En nuestra paciente se localizó en el hueso –lo que sucede únicamente a un 0,5-4% de los pacientes con esta patología–. Aquí, la pérdida de respuesta a los fármacos con el paso del tiempo puede llegar a ser hasta de un 50%. Esta localización ha sido la principal responsable de la resistencia al tratamiento sistémico y a las cirugías que se tuvieron que realizar, ya que el hueso es menos sensible a los tratamientos convencionales», detalla la doctora.

Beneficios y riesgos

Con la radiación ionizante, «logramos causar un daño en el ADN del parásito y evitamos que se replicase», precisa la experta, que recuerda también la utilidad de la radioterapia en otra clase de infecciones, como la Covid-19, en la que la radioterapia a bajas dosis mostró efecto antiinflamatorio en los pulmones.

El principal beneficio de la radioterapia, según la doctora, «es la excelente tolerancia al tratamiento que presentan nuestros pacientes y que es un método no invasivo, de rápida administración y rápida respuesta, y eficaz a corto y largo plazo».

«Sin embargo, históricamente el principal obstáculo para el empleo de la radioterapia en patología benigna –prosigue– ha sido la probabilidad de aparición de tumores radioinducidos en zonas sanas expuestas a la irradiación, siendo este riesgo entre un 0,5-40 por 1.000 de los pacientes tratados, porcentaje que se ve reducido en pacientes en edades más avanzadas».

La radioterapia también puede causar niveles bajos de glóbulos blancos, lo que aumenta el riesgo de infección. Sin embargo, esto «puede observarse en grandes campos de irradiación, más aún si el tratamiento se combina con quimioterapia en el caso de pacientes con cáncer. En el caso de nuestra paciente el tratamiento se hizo sobre una zona muy limitada del cuerpo y su sistema inmune no se vio comprometido por el tratamiento.

Otras indicaciones

► Algunas patologías del sistema nervioso central, trastornos vasculares, osteoarticulares o de los tejidos blandos se pueden tratar con radioterapia.

► En su día se usó «para tratar infecciones antes del desarrollo de los antibióticos. Pero se necesitan más estudios para poder considerarla como un tratamiento antiinfeccioso más», explica la Dra. Peña.

► La radioterapia podría llegar a ser un aliado frente al alzhéimer, la taquicardia ventricular y la fibrilación auricular. Además, también se ha empleado en ensayos en fase II-III con pacientes Covid graves no candidatos a UCI. Pero, «estos tratamientos aún no tienen una evidencia sólida. Se debe continuar investigando», concluye.