Tribuna
Los laboratorios de Microbiología, un trabajo 24x7 al servicio de la sociedad
«Este sistema reduce la estancia media de los pacientes en el hospital», aseguran
La pandemia ha puesto de manifiesto el trabajo de innumerables colectivos, antes no del todo conocidos por la población general. Uno de ellos ha sido el de los profesionales que trabajan en los servicios y laboratorios de Microbiología Clínica; los especialistas en Microbiología y Parasitología y sus técnicos de laboratorio. La respuesta de estos profesionales ha sido ejemplar en estos dos últimos años, adaptándose a la demanda creciente de solicitudes de diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2, al seguimiento de sus variantes o la secuenciación mediante sistemas de última generación y la detección de las posibles coinfecciones con otros virus o por bacterias.
En ocasiones, sobre todo en las primeras olas, esta labor se vio comprometida por el desabastecimiento de reactivos y de los consumibles utilizados en los sistemas comerciales, obligando a los microbiólogos a innovar con técnicas y protocolos manuales para no interrumpir la información de los resultados, relevantes no solo para el paciente, sino también para los responsables de Salud Pública y las estrategias de contención. Además, y para que esta información llegase puntualmente a los destinatarios, en aquellos centros que no disponían de un servicio de atención continuada se decidió que el trabajo de los laboratorios de Microbiología se desarrollase las 24 horas, los siete días de la semana y que se conoce como 24x7.
En poco tiempo, estos centros descubrieron lo que era evidente para aquellos que contaban desde hace años con este servicio; tener un laboratorio de Microbiología abierto de forma permanente ayudaba a una mejor gestión y cuidado de los pacientes. Se comprobó que el tiempo de emisión de los resultados en el diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2 se reducía significativamente. Pero también con esa actividad continuada se conseguía, entre otros beneficios, dar mejor respuesta a los programas de optimización de uso de antimicrobianos (programas PROA), al diagnóstico de sepsis bajo el paraguas de los programas de «código sepsis», al seguimiento de los pacientes inmunodeprimidos, la mejora en la orientación del manejo del paciente con sospecha de infección al permitir realizarse en tiempo real las denominadas técnicas rápidas que inciden en el diagnóstico de meningitis, encefalitis, neumonía o incluso de los pacientes con tuberculosis.
Muchos de estos diagnósticos se retrasaban con anterioridad al no disponer de un servicio 24x7, ya que no se optimizaban las innovaciones tecnológicas de reciente introducción en los laboratorios de Microbiología. Se disponía de los avances más innovadores, pero sólo, con enorme frustración, se podían emplear en horarios laborales convencionales de siete horas y, en muchos casos, sólo de lunes a viernes. La Covid-19 ha hecho ver a nuestros gestores que «las infecciones no entienden de horarios» y que una jornada que únicamente cubre un turno de trabajo a lo largo del día impedía aprovechar los recursos diagnósticos más modernos e innovadores.
El beneficio del trabajo 24x7 de los microbiólogos clínicos ha sido evaluado en numerosos trabajos, incluso antes de la pandemia, y ha sido publicado en revistas científicas con revisión por pares. Estas publicaciones demuestran un beneficio económico claro para el sistema sanitario, ya que reducen la estancia media de los pacientes en el hospital, en especial de los más críticos.
También evidencian una mejor utilización de los antimicrobianos y reducen el riesgo de efectos adversos, como la resistencia a los antimicrobianos, las infecciones adquiridas durante el ingreso en el hospital o incluso la muerte asociada a la sepsis.
El sistema 24x7 ha puesto también de manifiesto la labor natural del trabajo multidisciplinar del microbiólogo clínico. El éxito de una actividad continuada en los laboratorios de Microbiología no sólo se sustenta en la propia labor del microbiólogo clínico, sino también al compartir la información que genera. Tan importante es transmitir lo más rápidamente posible un resultado por parte del laboratorio como el de establecer y compartir junto a otros profesionales actuaciones clínicas útiles en la toma de decisiones.
De forma natural y dado que el especialista en Microbiología Clínica tiene como objetivo asistencial el diagnóstico de laboratorio de las enfermedades infecciosas, su trabajo es complementario al de otros profesionales. Entre ellos destacan los «especialistas» en enfermedades infecciosas y que, en España, a diferencia del conjunto de todos los países europeos no pueden denominarse especialistas, al ser el único país europeo, por absurdo que parezca, que no tiene reconocida su especialidad. Este trabajo conjunto entre los microbiólogos clínicos y los especialistas en enfermedades infecciosas se refuerza con un laboratorio de Microbiología 24x7, que ha dado muchos frutos en la covid y en los programas antes aludidos. Su disponibilidad en nuestros centros hospitalarios hace que nuestro sistema sanitario sea aún más eficiente y con mayor equidad en la atención de los pacientes.
* Por Antonio Rivero Román, presidente de la SEIMC; Rafael Cantón Moreno, jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Univ. Ramón y Cajal, en Madrid; Federico García García, vicepresidente de la SEIMC; Josean Iribarren Loyarte, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Donostia, San Sebastián; José María Miró Meda, consultor sénior del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, investigador del Idibaps y catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona; Álvaro Pascual Hernández, presidente de la Comisión Nacional de Microbiología y Parasitología; Jesús Rodríguez Baño, expresidente de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica; Antoni Trilla García, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Barcelona; José Miguel Cisneros Herreros, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla; Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, y José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Univ. La Paz y presidente de GeSIDA
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