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Hallan las razones de por qué las mujeres tienen más riesgo de demencia

Algunos factores reproductivos pueden explicar la mayor tasa de problemas neurológicos en las féminas, según un nuevo estudio publicado en «PLoS Medicine»

Los casos de demencia entre los adultos mayores de 40 años pueden pasar de los 57 millones registrados en 2019 a 153 millones en 2050 en todo el mundo
Los casos de demencia entre los adultos mayores de 40 años pueden pasar de los 57 millones registrados en 2019 a 153 millones en 2050 en todo el mundolarazonLa Razón

Los datos son contundentes y corroboran que las mujeres tienen más problemas de demencia que los varones, hasta el punto de que una de cada cinco mujeres presenta riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en su vida, mientras que para los hombres, a igual de edad y condiciones, la proporción es de uno de cada diez. En este contexto, la demencia se está convirtiendo en una epidemia mundial, que afecta actualmente a unos 50 millones de personas en todo el mundo. Y lo peor está por llegar, ya que se estima que esta cifra se triplique de aquí a 2050, principalmente debido al envejecimiento de la población.

Se sabe que las tasas de demencia y las muertes asociadas son más altas en las mujeres que en los hombres. Desgranar las razones que llevan a ello es uno de los retos de la Ciencia, ya que podría abrir el camino a plantarle cara a esta enfermedad. Pues bien, ahora se sabe que los acontecimientos de la vida que influyen en los niveles de la hormona femenina estrógeno pueden estar relacionados con el riesgo de que una mujer desarrolle demencia en la edad adulta, tal y como confirma una nueva investigación publicada a última hora de ayer en la revista científica «PLoS Medicine».

En concreto, el análisis descubrió que algunos acontecimientos reproductivos destacados, como el inicio temprano o tardío de la menstruación, la menopausia temprana y la histerectomía (la operación en la que se extirpa el útero), estaban relacionados con un mayor riesgo de demencia, mientras que haber estado alguna vez embarazada o haber abortado y la menopausia tardía estaban relacionados con un menor riesgo. Sin embargo, el hecho de tener hijos no parece tener un impacto determinante en la salud neurológica de las féminas, ya que en la investigación se observó una relación similar entre el número de hijos y el riesgo de demencia en hombres y mujeres.

«Aunque el riesgo de desarrollar demencia aumenta con la edad, aún no sabemos si las tasas más altas observadas en las mujeres se deben simplemente a que viven más tiempo. Pero es posible que los factores reproductivos específicos de las mujeres puedan explicar algunas de las diferencias de sexo», asegura la autora principal, Jessica Gong, miembro del Instituto George para la Salud Global, en Australia. Y es que, aunque parecía que los acontecimientos reproductivos relacionados con los cambios en los niveles hormonales de las mujeres podían estar implicados en el riesgo de demencia, la relación exacta era aún desconocida.

Estrógenos

El estradiol es la forma más predominante de estrógeno durante la vida reproductiva (desde el inicio de la menstruación hasta la menopausia) y el estriol es el principal estrógeno durante el embarazo. El uso de hormonas que se originan fuera del cuerpo, como los anticonceptivos orales durante los años reproductivos, y la terapia de reemplazo hormonal (TRH) en la vida posterior también pueden influir en los niveles de estrógeno.

Para examinar estas relaciones con más detalle, los investigadores del Instituto George analizaron los datos de un total de 273.240 mujeres sin demencia que estaban registradas en el Biobanco del Reino Unido, una base de datos biomédica a gran escala. Tras ajustar otros factores que podrían haber influido en los resultados, descubrieron asociado a un mayor riesgo de demencia la aparición temprana y tardía de la primera menstruación, una edad más temprana en el primer parto y la histerectomía, en concreto la histerectomía sin extirpación quirúrgica de uno o ambos ovarios, o si la histerectomía tuvo lugar después de la extirpación de los ovarios. Por el contrario, los factores asociados a un menor riesgo fueron haber estado alguna vez embarazada, haber abortado alguna vez, una vida reproductiva más larga y una menopausia más tardía. «En cuanto a las hormonas externas, el uso de píldoras anticonceptivas orales se asoció con un menor riesgo de demencia, pero los resultados de nuestro estudio no apoyaron una asociación entre la TRH y el riesgo de demencia», apunta Gong.

Los autores propusieron que la variación del riesgo en las mujeres podría no estar asociada a la maternidad porque se observó un patrón similar entre el número de hijos engendrados y el riesgo de demencia entre un número similar de hombres en el mismo estudio. «Encontramos que el mayor riesgo de demencia vinculado a la menopausia temprana (natural y artificial) era más pronunciado en las mujeres de menor nivel socioeconómico. Es probable que la privación social sea un determinante importante del riesgo de demencia, así como de otros aspectos de la salud de las mujeres», detalla el trabajo científico.

Ante el aumento de la demencia y la ausencia de avances significativos en el tratamiento, la atención se ha centrado en reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. «Es necesario investigar más para entender si estas diferencias están asociadas a la exposición de por vida al estrógeno del propio cuerpo, y si el uso de hormonas externas podría influir en el riesgo de desarrollar demencia. Nuestros hallazgos pueden ser útiles para identificar a las mujeres de alto riesgo que participarán en futuros ensayos clínicos para evaluar posibles medidas preventivas y tratamientos, asegura Gong.