Sanidad

La demagoga lucha del PSOE contra la privatización

La ley a la que achaca esa privatización, y que ahora dice querer reformar, fue apoyada por el propio PSOE en 1997

Los pacientes deberían esperar, entre consultas diagnósticas y quirófano, una media de casi un año para operarse si acabaran los conciertos con la privada
Los pacientes deberían esperar, entre consultas diagnósticas y quirófano, una media de casi un año para operarse si acabaran los conciertos con la privadaJUNTAJUNTA

El PSOE se está cubriendo de gloria con la nueva ley de equidad del Sistema Nacional de Salud. Con esta norma intenta, básicamente, fagocitar votos de Unidas Podemos y erigirse de nuevo en adalid de la lucha contra la mal llamada privatización. De ahí que se acoten los conciertos con hospitales privados, se legitime la posible reversión de los hospitales construidos en concesión y se deje en el aire el modelo Muface, estrangulado por la asfixia financiera.

El mensaje podría llegar a calar si no se conocen los antecedentes y el juego de apoyos que tiene que trazar el principal partido que sustenta al Gobierno. Es importante saber, por ejemplo, que la ley a la que achaca esa privatización, y que ahora dice querer reformar, fue apoyada por el propio PSOE en 1997, dando su voto al PP en el Congreso. Tampoco conviene olvidar que a los socialistas no les interesa lo más mínimo que se cumpla a rajatabla lo que dice su propia reforma, porque saben que la Sanidad se vendría abajo y el colapso golpearía con especial saña a las comunidades en las que gobiernan. Aragón, por ejemplo, bate el récord de tiempo de espera para operarse.

¿Qué ocurriría si acabaran los conciertos con la privada? Que la Sanidad pública tendría que soportar una sobrecarga de trabajo inasumible con sus actuales recursos. Los pacientes deberían esperar, entre consultas diagnósticas y quirófano, una media de casi un año para operarse, según los datos del IDIS no desmentidos por Sanidad. Conscientes de ello, los socialistas dan largas a Podemos y terminarán haciendo un gesto simbólico a este partido, pero no irán a más, porque se cavarían su tumba y los socios catalanes y vascos, encantados con la privada, no se lo permitirían. La ley de equidad es la ley de la demagogia.