Cómo sospechar de una apnea del sueño

La apnea del sueño es uno de los trastornos del sueño más comunes, consiste en que la persona sufre un bloqueo del flujo de aire a través de las vías respiratorias superiores mientras duerme, y esto provoca que se interrumpa la respiración o que esta, sea muy superficial. El tipo más común que encontramos en nuestra práctica clínica es la apnea obstructiva del sueño. El cese de la respiración ocurre hasta que se produce un microdespertar, que reactiva la musculatura logrando su reapertura, y suele acabar con un fuerte ronquido.

1. ¿Qué factores afectan?

Existen varios factores que predisponen a sufrirla o la empeoran, como son: un elevado peso, un mayor perímetro de cuello, pacientes roncadores o, teniendo en cuenta la exploración de la vía aérea, tienen más probabilidades de sufrir apnea del sueño, aquellos con retrognatia o con alguna obstrucción como hipertrofia amigdalar, vegetaciones, o desviación de tabique nasal. También hay que tener en cuenta como factores agravantes el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias que puedan ser depresoras del sistema nervioso central. En el caso de los niños, un factor predisponente muy importante, y que cada vez nos estamos encontrando más, es el aumento de la obesidad infantil, que se relaciona directamente con la apnea del sueño infantil.

2. ¿Por qué aparece? ¿Existe algún componente genético?

Depende totalmente de las causas que la provoquen y es por ello que, a la hora de preguntarnos por qué aparece debemos, primero de todo, preguntarnos qué es lo que la está provocando. En cuanto a si existe algún componente genético asociado a la apnea obstructiva del sueño tenemos que dejar claro que no se hereda, pero lo que sí heredamos es la fisonomía y el físico de nuestros padres, por lo que si uno de nuestros progenitores, por ejemplo, tiene apnea del sueño asociada a una hipertrofia amigdalar o una desviación de tabique nasal, y nosotros lo heredamos, es probable que también suframos apnea obstructiva del sueño.

3. El paciente con apnea ¿tiene un perfil concreto?

No, es un trastorno del sueño que encontramos en niños, adultos, mujeres, hombres...

4. ¿Cuáles son los principales signos de alerta?

Debemos separarlos en síntomas nocturnos y diurnos. En cuanto a los primeros, el principal y más importante es la presencia de apneas, y el ronquido, acompañado de episodios de disnea, movimientos anormales durante el sueño, nicturia o enuresis, insomnio, reflujo gastroesofágico, diaforesis nocturna, congestión nasal, excesiva salivación o pesadillas frecuentes. Si nos fijamos en los síntomas diurnos, los más importantes a tener en cuenta son la somnolencia excesiva y el cansancio diurno, que pueden estar acompañados de cefalea matutina, irritabilidad, apatía, depresión, falta de concentración, pérdida de memoria, sequedad de boca al levantarse, o pérdida de la libido e impotencia.