Bienestar

Ni burpees ni sentadillas, este es el ejercicio más efectivo para quemar grasa

La comba es seguramente el complemento más útil, práctico y, sobre todo, económico

Hacer sentadillas
Hacer sentadillas PEXELS

Uno de los objetos más sencillos que hemos tenido en nuestra infancia esconde uno de los métodos más eficaces para ponernos en forma. Hablamos de la comba, ese tradicional pero fantástico juego de niños que, por si no lo sabías, también forma parte imprescindible de los entrenamientos más intensos que te puedas imaginar.

Y es que, en realidad, saltar a la comba es uno de los ejercicios más completos jamás inventado, además de una gran herramienta para los entrenamientos interválicos de alta intensidad, que últimamente están tan de moda. Así es, esa sencilla actividad física logra subir nuestras pulsaciones en muy poco tiempo a la vez que tonifica los músculos, acelerando así nuestro metabolismo, lo que favorece la eliminación de grasa corporal incluso después de haber finalizado el entrenamiento.

Principales beneficios de saltar a la comba

Piernas, abdominales, espalda, brazos... Con la comba mantendrás activos gran parte de los grupos musculares de tu cuerpo. Y es que es uno de los ejercicios más completos en una rutina de entrenamiento.

Saltar a la comba de forma constante y comprometida (siempre que acudas al gimnasio) es ideal para perder peso: al trabajar tantos músculos a la vez se puede llegar a quemar una gran cantidad de calorías.

Si lo que buscas es mejorar tu coordinación corporal, ¡saltar a la comba es tu opción! Tus pies y tus manos ya no irán a su aire nunca más y lograrás perfeccionar tus reflejos y tu equilibrio.

Además de para tonificar una gran variedad de músculos, este ejercicio también es útil para desarrollar masa ósea, lo que lo convierte en una buena apuesta para prevenir la osteoporosis. Aumentará tu densidad ósea, protegiéndote de posibles fracturas.

Como excelente ejercicio aeróbico que es, igualmente, saltar a la comba contribuye a fortalecer tu corazón, por lo que te ayudará a incrementar tu nivel de condición física.

En efecto, pese a su relativa sencillez, saltar a la comba es también un ejercicio muy exigente a nivel coordinativo, por lo que no sólo supone un estímulo en el plano físico, sino también psíquico. Y, por si fuera poco, es fácil de transportar, súper ligera y, lo que es más importante, muy económica. Por este motivo, en los periodos en los que no dispones de un horario ni un espacio concreto para realizar ejercicio, la comba puede convertirse en tu mejor compañera de viajes.

Saltar a la comba también tiene su técnica

Es un ejercicio fácil y apto para todos los niveles, aunque existen formas de perfeccionar la técnica, orientadas sobre todo a prevenir lesiones en las rodillas, así como para sacarle todo el provecho a este tipo de ‘workout’:

Antes de ponerte a saltar, calienta tus articulaciones con algunos movimientos sencillos: haz especial hincapié en tobillos, rodillas y muñecas, ya que éstas son las articulaciones más implicadas en esta actividad.

Escoge la cuerda adecuada: tanto el material como la longitud son importantes. Las cuerdas más ligeras, como las de cable de acero recubiertas de plástico o PVC, suelen ser más ligeras y por ello más rápidas, aunque si nos golpeamos con ellas cuando estamos saltando a gran velocidad producen más dolor que las cuerdas de tejido. En cuanto a su longitud, lo ideal es que, pisando la comba en su centro y manteniéndola estirada, las empuñaduras te lleguen aproximadamente a la altura de la cadera o algo más arriba.

El movimiento procede de las muñecas: cuando saltes, mantén los codos flexionados aproximadamente a 90 grados y pegados al tronco, mientras realizas el movimiento sólo con las muñecas. Esto nos obliga a mantener una buena estabilidad en la zona escapular, y evitará que suframos dolores de espalda.

Mantén activado el core: esto nos ayudará a mantener una postura correcta y a proteger la zona de la columna. Si te cuesta conseguirlo, intenta imaginar que tienes un hilo que tira de tu cabeza hacia el techo mientras que, con los pies, vas empujando el suelo.

Aterriza siempre sobre la punta de los pies: ten en cuenta que cada vez que apoyas los pies en el suelo estás generando un impacto que asciende por tu cuerpo hasta la columna. Por ello, es importante que cada vez que saltes intentes aterrizar sobre las puntas de los pies de forma suave, ya que las articulaciones de los tobillos y las rodillas actuarán como protección ante ese impacto.

Una vez ya tengas dominada la técnica y te sientas como Rocky Balboa preparándose para su próximo combate, te recomendamos que organices tus sesiones de salto a la comba en intervalos. Por ejemplo, puedes intentar saltar durante un minuto y descansar 30 segundos, y repetir esta serie hasta alcanzar los 10 minutos. Aunque te pueda parecer poco, te podemos asegurar que, si aplicas la intensidad adecuada, pueden llegar a ser mucho más efectivos que pasarte una hora en la cinta de correr.