Bienestar

¿Café antes de ir al gimnasio? Piénselo dos veces antes de tomarlo

Un estudio halla que la cafeína puede tener efectos muy negativos en el flujo sanguíneo al corazón durante el ejercicio

¿Café antes de ir al gimnasio? Piénselo dos veces antes de tomarlo
El café levanta interrogantes en la seguridad de los deportistasFreepik

España es un país cafetero. Cada día se consumen 65,5 millones de tazas de café, según la Asociación Española del Café. De ellas, 46,5 millones se beben en casa y, tanto en el hogar como en los restaurantes, preferimos que contengan cafeína: de cada 100 cafés que se sirven en hostelería, solo 14 son descafeinados frente a los 86 que sí contienen esta sustancia. Pero tomar una taza de café para "despertarnos" antes de acudir al gimnasio y "empezar con energía" la sesión de ejercicio tal vez no sea la mejor idea, según sugiere un estudio. Tampoco sería bueno ingerir suplementos que contengan cafeína.

Un equipo de científicos de Suiza ha descubierto que la cantidad de cafeína contenida en dos tazas de café limita la capacidad del cuerpo para incrementar el flujo sanguíneo al corazón durante el ejercicio. Esto puede ser perjudicial pues "siempre que hacemos un ejercicio físico, el flujo sanguíneo miocárdico tiene que incrementarse en la misma medida que aumenta la necesidad de oxígeno", declara el doctor Philipp A. Kaufmann, autor del estudio e investigador en el Hospital Universitario de Zurich y del Centro de Fisiología Humana Integral. Así pues, "hallamos que la cafeína puede afectar de forma adversa este mecanismo. Mitiga parcialmente el aumento necesario en el flujo".

El estudio comprendió una muestra de 18 personas jóvenes y sanas que eran bebedores habituales de café. No bebieron nada de café durante 36 horas antes de la prueba del estudio. Los investigadores usaron la tomografía por emisión de positrones (TEP) de alta tecnología para medir el flujo sanguíneo al corazón de los participantes antes y después de pedalear una bicicleta estacionaria. Diez de los participantes lo hicieron en condiciones normales, y ocho hicieron el ejercicio en una cámara que simulaba que estaban a 15.000 pies de altitud. Ambos grupos repitieron el procedimiento de la prueba tras ingerir una tableta que contenía 200 miligramos de cafeína, una cantidad equivalente a dos tazas de café.

Tal como se informa en publicación del estudio en la Journal of the American College of Cardiology, la cafeína no afectó el flujo sanguíneo al corazón cuando los participantes estaban inactivos. Sin embargo, las medidas tomadas inmediatamente después del ejercicio mostraron descensos en el flujo sanguíneo al corazón tras haber tomado las tabletas de cafeína, en comparación con los resultados previos.

De hecho, el flujo sanguíneo al corazón era un 22% menor en aquellos que se ejercitaron bajo una presión de aire normal y casi un 40% más bajo en los que se ejercitaron en la cámara de alta elevación, informaron los investigadores.

Así pues, consideraron que la cafeína podría bloquear ciertos tipos de receptores en las paredes de los vasos sanguíneos, al interferir con el proceso de señalización normal que hace que los vasos sanguíneos se dilaten como respuesta al ejercicio.

Es más, si se padece una enfermedad de las arterias coronarias, la reducción del flujo sanguíneo al corazón puede provocar dolor de pecho (angina de pecho) y falta de aire. Una obstrucción completa del flujo sanguíneo puede causar un ataque cardíaco.

El café levanta interrogantes en la seguridad de los deportistas

"Aunque estos hallazgos parecen no tener una importancia clínica en voluntarios sanos, podrían levantar interrogantes con respecto a la seguridad de los pacientes que tienen una reserva reducida de flujo coronario, como la observada en la enfermedad de la arteria coronaria, especialmente antes del ejercicio físico y en la exposición a altas altitudes", escribieron los autores del estudio.

Aunque algunas personas consideran la cafeína como un estimulante, este estudio sugiere que podría no incrementar el rendimiento atlético.

"Ahora contamos con buena evidencia de que, al nivel del flujo sanguíneo miocárdico, la cafeína no es un estimulante útil. Podría ser un estimulante a nivel cerebral en términos de estar más despierto y alerta, lo que podría ofrecer de forma subjetiva la sensación de tener un mejor rendimiento físico. Pero en estos momentos no recomendaría a ningún atleta que bebiera cafeína antes de practicar deportes", concluyó Kaufmann.