Longevidad

La 'dieta de oro' de Harvard para alargar la vida que deben seguir las mujeres de 50 años

Un nuevo estudio demuestra que esta pauta de alimentación puede reducir en más de un 20% el riesgo de morir por todas las causas en las mujeres

Dieta, longevidad y envejecimiento
Dieta, longevidad y envejecimientoFreepik

Hay supuestas dietas diseñadas para alargar la vida, que contienen alimentos relacionados con el retraso de enfermedades a partir de los 50 o 60 años. El cometido de la ciencia es probar su eficacia a través de ensayos clínicos y exhaustivas revisiones de estudios. En esta línea, la prestigiosa Universidad de Harvard acaba de publicar el resultado de una de las investigaciones más amplias y de mayor duración sobre la relación entre la alimentación diaria, el envejecimiento saludable y la longevidad.

Los hallazgos indican que hay una 'dieta de oro' que puede reducir en más de un 20% el riesgo de morir por todas las causas, según el estudio publicado en la revista JAMA Network Open. Para encontrarla, el estudio de cohortes incluyó a 25.315 mujeres con una edad media de 54 años al inicio de la investigación. Se les se realizó un seguimiento durante 25 años. Casi el 95% de las participantes eran de raza blanca.

Los investigadores analizaron 33 biomarcadores sanguíneos con los que evaluaron el nivel de inflamación, el metabolismo, la resistencia a la insulina o el índice de masa corporal (IMC). No analizaron los biomarcadores relacionados con el colesterol total, el colesterol LDL o 'malo' o medidas glucémicas, como el nivel de hemoglobina A1c.

Terminado el periodo de estudio se había producido 3.879 muertes, 935 de ellas por enfermedad cardiovascular y 1.531 por cáncer. Los investigadores determinaron la mortalidad y la causa de la muerte a partir de los registros médicos y de defunción. Además, el equipo científico realizó una revisión global de 495 metaanálisis (estudios de estudios) observacionales que habían examinado la asociación entre varias dietas y biomarcadores cardiometabólicos.

¿El resultado? Seguir la dieta mediterránea puede reducir en un 23% el riesgo de mortalidad por cualquier causa en las mujeres. No solo eso; los investigadores hallaron otras relaciones, como que las participantes en el estudio que seguían la dieta mediterránea tenían un índice de masa corporal más bajo. Pesaban menos y estaban más saludables metabólicamente.

Asimismo, los investigadores observaron que las personas que seguían de cerca la dieta mediterránea también adoptaban otras opciones de estilo de vida saludable. También adoptaron una serie de hábitos de vida más saludables. Consumían más alimentos relacionados con la longevidad: más fruta, frutos secos, cereales integrales, legumbres y pescado, al tiempo que reducían significativamente el consumo de carne roja y procesada.

Estos resultados subrayan los beneficios potenciales de la dieta mediterránea para la salud. Aun así los investigadores indican que, a pesar de sus hallazgos, la mayoría de los beneficios potenciales de seguir la dieta mediterránea siguen sin explicarse. El estudio no demuestra la relación causa-efecto, pero sí se suma al conjunto de pruebas que sugieren que la dieta mediterránea puede mejorar la salud y la longevidad.

Los factores que más contribuyeron a explicar este menor riesgo de mortalidad al seguir una dieta mediterránea fueron: los biomarcadores de metabolitos de moléculas pequeñas, la inflamación, las lipoproteínas ricas en triglicéridos, la resistencia a la insulina y el índice de masa corporal. Por otro lado, la contribución de las medidas estándar de colesterol o glucemia fue mínima.

Por ello, los investigadores sugieren que los beneficios pueden provenir de mejoras en la salud cardiometabólica y una menor inflamación. Esto es importante porque la inflamación aumenta de forma natural con la edad, por lo general, a partir de los 40 años. Asimismo, se cree que la inflamación es una de las causas fundamentales de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, las cardiopatías y el cáncer.

¿Qué es la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea se basa en los hábitos alimentarios de las personas que viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo, incluidos países como España, Italia, Grecia, Estambul o Marruecos. Pero eso no significa que los habitantes de esos países estén necesariamente apegados a la dieta mediterránea, como alertan los médicos españoles.

Por supuesto, los estilos alimentarios varían en la región, pero las distintas culturas comparten algunas similitudes en su dieta. Se basa en comer principalmente frutas, verduras, patatas, alubias, frutos secos, semillas y cereales integrales. La principal fuente de grasa es el aceite de oliva. Además, se consumen cantidades bajas o moderadas de huevos, pescado, aves de corral y alimentos dulces. Los postres suelen consistir en fruta fresca.

El equipo científico de primer nivel que llevó a cabo el citado estudio estaba formado por investigadores del Centro para la Lipidómica y la Metabolómica del Brigham and Women’s Hospital, dependiente de la Escuela de Medicina de Harvard; del Departamento de Medicina Preventiva y de la División Cardiovascular del mismo hospital, y del departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública 'T.H. Chan' de Harvard.

También participaron investigadores del departamento de Ciencias Médicas y Epidemiología Molecular de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y del departamento de Ciencia Computacional de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, una universidad pública pionera en investigaciones en Europa y en todo el mundo.